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Dada la situación de riesgo de confrontación militar con el gobierno encabezado por François Duvalier y ante la orden del teniente coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, el oficial designado para la misión de ataque fue el teniente Freddy Piantini Colón, quien llegó a Barahona, para luego continuar hacía Jimaní.

Pero Duvalier no cesaba en las provocaciones al gobierno de Juan Bosch, y fue entonces cuando los soldados dominicanos advirtieron a un avión AT6, de matrícula haitiana, por lo que el teniente Colón reaccionó de inmediato.

Ordenó que las unidades comandadas por él se distanciaran 100 metros unas de otras, para dificultar que las unidades fueran neutralizadas, si la nave enemiga disparaba, pero el avión se alejó y retornó a su base.

Acuarteladas, las fuerzas militares dominicanas, luego se desplazaron hacia la frontera, bajo el mando del teniente coronel Fernández Domínguez, en quién el presidente Bosch confiaba. Fernández Domínguez hizo público que sus fuerzas movilizadas estaban listas para ocupar Puerto Príncipe y liberar la embajada dominicana tan pronto recibiera la orden del Presidente Bosch.

La operación fue bautizada como “Operación Mangú” y el comandante Fernández Domínguez, junto a otros oficiales evaluaban la situación para penetrar en Haití, según se había preparado. Según el criterio del alto mando, el Ejército podría tomar Puerto Príncipe en cuestión de horas, porque la superaban en hombres, armas y preparación militar a las fuerzas haitianas.

Las acciones lograron su efecto sobre Duvalier, quien retiró sus soldados de la embajada dominicana en Puerto Príncipe. El 25 de septiembre de 1963, Juan Bosch era derrocado mediante un golpe de Estado patrocinado por Estados Unidos.