Opinión

Puntos… y picas

Puntos… y picas

Carlos Manuel Estrella

Pausa reflexiva

 

La Semana Santa es el mayor y único período de vacaciones colectivas anuales, transformado con la modernidad mercadóloga en temporada de dinamismo económico y hasta politiquero, que deja atrás o relega el tradicional recogimiento católico en época de cuaresma.

Las circunstancias fuerzan a pausa del aparato productivo, público y privado, aprovechada por dos segmentos bien diferenciados: los que se acogen al mandato religioso y cumplen ritos católicos, y los que toman el feriado para descansar, divertirse y vacacionar.

Sea cual sea donde usted se ubique, el asueto convoca a una “parada técnica” para romper la cotidianidad y sugiere introspección, reflexión tan básica para tomar aire y seguir el camino, o para revisar si se anda en dirección correcta como persona y ciudadano.

La lectura de la oferta noticiosa servida con propósito de fabricar la opinión pública en base a “opinión publicada”, en los últimos días sugiere preocupación por la marcha del país y el actual estado de cosas a partir de homilías de Semana Santa y declaraciones de líderes de la feligresía católica.

Con su poder de influencia, estos religiosos reiteran una posición crítica y de rechazo a propósitos continuistas, con advertencia de que si se mantiene el estado actual, el sistema podría degenerar en dictadura, situación presente que tiene similitudes con episodios de la Era de Trujillo.

Esta pausa anual debe servir para que cada quien se detenga a pensar por un momento en la marcha del país y en los derechos y deberes particulares, tratando de responder qué debo hacer ante esta realidad: asumir una acción en la dirección que fuere o esconder la cabeza como el avestruz.

El Nacional

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