Si el Ministerio de Obras Públicas no recupera los espacios ocupados por buhoneros jamás se concluirá el proyecto que ejecuta para erradicar el caos, mejorar el entorno y agilizar el tránsito por la vía.

Bajo ninguna circunstancia se puede tolerar que buhoneros, inconformes con la remuneración, ocupen las áreas verdes y las aceras para obstaculizar una importante obra para enfrentar el desorden en la zona.

La Comisión Militar y Policial de Obras Públicas (Comipol), ofreció un ejemplo de civismo al no utilizar la violencia en los desalojos e incluso hasta en desoír los insultos de afectados.

Ante las quejas de que las compensaciones fueron inferiores a lo que se acordó, las autoridades no sólo aclararon que la mayoría las recibió conforme, sino que se advirtió y notificó sobre los desalojos que se efectuaron.

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Nadie puede esperar que con las negociaciones todos estarían felices y contentos, pero con la recuperación de los espacios para concluir el proyecto vial no se debe transigir.

Como en esos procesos siempre se incurre en abusos se resalta la prudencia con que se afirma actuaron los militares y policías bajo las órdenes del general Rafael Vásquez, director de la Comipol, que intervinieron en los desalojos de las casetas y tarantines instalados por buhoneros.

Al margen de las quejas en las negociaciones, el principio de autoridad tiene que observarse, aunque evitándose excesos y algún tipo de atropello en la recuperación de espacios públicos.