El ministerio sobre las 9.8 toneladas de cocaína decomisadas el 6 de diciembre de 2024 en el puerto multimodal Caucedo ha comenzado a despejarse con las detenciones y allanamientos que practicaron ayer las autoridades.
Los operativos traducen que el Ministerio Público, la DEA y la DNCD han atado todos los cabos para establecer responsabilidades sobre la introducción al país del histórico cargamento, que se dijo tenía como destino a Bélgica.
Desde que el presidente Luis Abinader anunció que la DEA y la DNCD preparaban un informe sobre el decomiso de la cocaína ha primado desde entonces hasta la fecha un denso velo de misterio.
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En principio se dijo que la droga había llegado en una embarcación procedente de Guatemala, pero el presidente de la nación, Bernardo Arévalo, no solo lo negó, sino que afirmó que el alijo había sido introducido en el multimodal Caucedo.
Honduras también negó que la embarcación en que se encontró la cocaína hubiera pasado por sus costas. Para despejar o confundir más el panorama el presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que la droga procedía de su país y que pertenecía a grupos armados del Catatumbo.
Los más de 40 allanamientos y las detenciones efectuados por el Ministerio Público en Boca Chica, Juan Dolio, San Pedro de Macorís y el Distrito Nacional sugieren que se han atado importantes cabos para perseguir a los sospechosos del mayor cargamento de drogas decomisado en el país.