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Residencial Isabel Villas

Residencial Isabel Villas

Ernesto Guerrero

Algo anda mal en la justicia, de lo contrario no se justifica que una persona, en menos de dos años, presente más de 60 querellas civiles y penales contra 26 de sus vecinos (una de cada 10 familias), también someta a 4 funcionarios del Ayuntamiento del Distrito (ADN) y a dos fiscales.

Con el respaldado de abogados de renombre, que endosan extravagantes querellas, someten a la fiscalía del Distrito, en donde le dan aquiescencia y continuidad, hasta encontrar jueces que emitan fallos y sentencia favorables.

Para envolverse en semejante empréstito se debe disponer de recursos económicos y tener un buen motivo.  El ser hijo de un luchador y haber estado casado con una heroína  no fue lo que catapultó su fortuna; más bien proceden de ganancias obtenidas en litigios judiciales empresariales y luego como proveedor del Estado, en el gobierno de Leonel.

 ¿Cuál es el motivo? ¿Busca enriquecimiento, o se trata de una persona afectada de un comportamiento obsesivo-compulsivo? Las extensas áreas verdes protegidas, los proyectos de desarrollo en el río Isabela, la creación de una fundación e intentar apropiarse de la vivienda de una vecina, levantan sospechas de intereses.

El disentir con el ADN, y con los vecinos, sobre quienes deben votar y como se distribuirán los cargos en las elecciones de una Junta de vecinos; aunque parezca jocoso, son los argumentos que esgrime, para mantener en zozobra a sus vecinos.

Desafortunadamente Carolina Mejía no ha impuesto su autoridad, de aplicar los reglamentos de la ley 176-07, y deja que sea la fiscalía que los aplique a su interpretación. Los residentes ven con impotencia como fracasan los intentos de dialogo, mientras se deterioran los servicios y su paz, se gastan miles de pesos en abogados en un proceso que será muy largo. El fiscal Gerinaldo Contreras parece ser el único que  ha escuchado nuestro clamor, y por dictar orden de captura  es víctima de una campaña de descrédito a nivel nacional.

Nuestro caso es suigéneris y muchos opinan que no se debe esperar a que ocurra una desgracia. La Justicia y los Ayuntamientos deben abocarse a una revisión de sus roles dentro de las Juntas de Vecinos.  ¡Los vecinos solo queremos paz!