El director de Servicios Penitenciarios y Correccionales, Roberto Santana, garantizó hoy que sacará de raíz la corrupción y el desorden imperante en la cárcel de La Victoria y otros centros de privados de libertad.
“Adiós a La Victoria corrupta, vamos a pasar esa página vergonzosa de la vida democrática, con cero celulares, cero ilícitos y un personal debidamente formado que garantiza un funcionamiento correcto y no corrupto”, afirmó.
Aunque mañana se inicia la primera etapa de la cárcel Las Parras, su primera etapa con 300 reclusos, hay un personal que tiene 10 días que viene trabajando, corrigiendo fallas y organizando todo.
La inauguración iniciará a las 10:00 de la mañana en el nuevo centro de privados de libertad ubicado en el distrito municipal de Guerra.
Proceso
El proceso de habilitación del Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Las Parras ha contado con el respaldo del municipio de San Antonio, Guerra, un apoyo ciudadano clave para que el recinto pueda operar y brindar a la sociedad el servicio esperado, aseguró el titular de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC).
Santana explicó que el personal que labora en el centro fue escogido con la participación de la comunidad. “Todos los miembros del personal que va a trabajar aquí han sido seleccionados en la comunidad; se ha llamado a concurso público”, dijo.
“Aquí no se usó el colocar en las posiciones a un hermano, ni el primo, ni el primo de ninguna autoridad, sino en base a una cantidad de requisitos”, resaltó.
Indicó que se realizaron al menos siete llamados a concurso para ocupar las plazas disponibles, y posteriormente, se formaron los médicos, psicólogos, trabajadores sociales, educadores y los abogados que el centro requiere.
Resaltó que las autoridades municipales de Guerra ayudaron a conectar a la DGSPC con otros ocho ayuntamientos: Bayaguana, Boyá, Sabana Grande de Boyá, Monte Plata, Boca Chica, La Caleta, San Luis y Hato Viejo.
“Entonces, todo el que está trabajando aquí está siendo traído desde la misma comunidad, y eso permite que la comunidad, no solamente se beneficie porque sus habitantes tienen empleo, sino, que la comunidad vigile a ese mismo personal; que no es únicamente tener un comportamiento correcto aquí dentro, sino, que en la comunidad esa persona también no esté involucrada en acciones ilícitas”, puntualizó.

