Sanear esas cañadas que tanto afectan la salud y el medio ambiente se ha tornado una prioridad. En tiempos lluviosos esas corrientes transportan basura, animales muertos y todos los desperdicios que encuentran a su paso cuando se desbordan.
Son una verdadera calamidad pública. Con la tormenta Melissa volvió a evidenciarse el riesgo para la salud y la vida que representan las pestilentes cañadas que existen en muchos barrios de la ciudad. El programa de saneamiento que han anunciado las autoridades será, siempre que se ejecute, un valioso aporte sanitario, pero también para la seguridad de la gente.
Con las inundaciones de la tormenta Melissa se puso de manifiesto el riesgo que representan las cañadas para familias que viven en los alrededores. Pero cuando no se desbordan por las aguas, las corrientes son fuentes de enfermedades y criaderos de mosquitos y otras plagas.
En un recorrido por zonas impactadas por la tormenta, la vicepresidenta Raquel Peña reconoció que se necesita intervenir las cañadas y que la intervención salvará vidas y protegerá a las familias más vulnerables.
Al anunciar el proyecto de saneamiento de cañadas tanto de la capital como de las provincias, la vicemandataria ha asumido un compromiso que no puede quedar en el aire.

