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Sedimentación en la presa Aguacate provoca pérdidas por 124 millones de dólares

Sedimentación en la presa Aguacate provoca pérdidas por 124 millones de dólares


El embalse de la presa de Aguacate, en la cuenca del río Nizao, había perdido la mitad de su capacidad de almacenamiento activa para generación eléctrica, a mediados de la década del 2000.

Esta fue terminada en 1992, con una capacidad de almacenamiento de 30 millones de metros cúbicos. La presa se construyó para captar las aguas en la confluencia del río Nizao y el río Mahomita, al norte del embalse de Valdesia. El diseño del conjunto de presas sobre el Nizao lo hizo el ingeniero José Armenteros.

La generación de electricidad de las turbinas hidráulicas se interrumpió en 2008. La intrusión de sedimentos en la casa de máquinas detuvo la generación para el sistema eléctrico durante el periodo 2008-2011.

El proceso de reparación y limpieza de sedimentos provocó que unos 207.2 Gwh por año no se produjesen. El valor de esta energía en el mercado mayorista fue US$31 millones anuales (US$124 millones en cuatro años). El precio de compra promedio de la energía para el periodo arriba indicado es de US$0.15 Kwh. A esta cifra hay que sumar los costos de reparación de equipos y limpieza de la casa de máquinas.

Las zonas más elevadas de las cuencas hidrográficas producen agua y productos forestales, si existe la cobertura boscosa.

Los bosques protegen las laderas de las montañas y a los suelos de la erosión que pueden provocar las lluvias. Al mismo tiempo, contribuyen a mejorar el flujo de agua hacia los cursos naturales.

Las laderas de las montañas, en la cuenca en cuestión, se caracterizan por pendientes elevadas y longitudes que aumentan la velocidad de escorrentía; por tanto, la erosión de los suelos.

Consecuentemente, el agua en los embalses es sustituida por sedimentos que reducen la capacidad de generación de energía eléctrica.

En la microcuenca del río Mahomita se ha estimado un potencial de erosión de suelos de unas 2,700 toneladas por kilómetro cuadrado.

Actualmente pueden observarse amplias áreas deforestadas, en la zona. Se observó una “mina de sedimentos” de aproximadamente 160 mil metros cuadrados en las coordenadas: 18.748510N; -70.500052W.

Correlación entre aumento de cobertura boscosa, reducción de producción de sedimentos y aumento en generación eléctrica, permite inferir que aumentar el área bosques a un 40%, puede coadyuvar a reducir pérdidas en generación de energía, en un 30 por ciento.

Datos de costos de reforestación, del servicio forestal de Costa Rica, señalan valores para establecimiento de bosques de unos US$6,500 por hectárea. El proceso de establecimiento se realiza en un periodo de tres años.

En la microcuenca del río Mahomita la reforestación de 4,500 hectáreas implicaría un desembolso de US$29 millones. Esta cifra es significativamente inferior al valor de la energía no producida en 2008-2011.

En adición, la sedimentación en el lecho del rio, incrementa la capacidad del mismo de provocar mayores inundaciones; por ende, daños en carreteras y puentes. En resumen, preservando los suelos, preservamos el recurso más preciado, el agua.

Su conservaciones impostergable. Los planes futuros de construcción de presas deben incluir cambios de uso de suelo en la parte alta de las cuencas hidrográficas. De lo contrario, las pérdidas por erosión y sedimentación anularían los potenciales beneficios y aumentan los costos de operación y mantenimiento.

Por: Alberto Veloz
El autor es economista

El Nacional

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