La pandemia llevó al presidente Luis Abinader a solicitar la aprobación de una ley para liberar de impuestos de manera transitoria más de 60 productos alimenticios.
La decisión no dejó de provocar protestas de líderes opositores que la consideraban un atentado contra la producción nacional. Para evitar conflictos futuros se ha aprobado una ley de seguridad alimentaria que autoriza la importación de comida sin aranceles en tiempos de crisis.
Las autorizaciones no son a la libre, sino por recomendación de un consejo conformado por varios funcionarios.
La legislación pone orden en la casa al eliminar una normativa que data de 2016 creada con el propósito de liberar de aranceles la importación de alimentos en momentos de emergencia. La ley es un paso en lo referente a enfrentar crisis en la producción y obviar trámites molestosos.
El Presidente de la República es quien tiene la última palabra, pero las recomendaciones las hace un organismo en función de las necesidades reales de la población y del mercado. Con la ley no se ha hecho más que transparentar un proceso que ya existía, aunque es claro que siempre habrá su escarceo.