Guerra soterrada en el COD
El presidente del Comité Olímpico Dominicano, Luisín Mejía ha sido un afortunado con la prensa deportiva. No hay dudas de que tiene más apologistas que detractores. Esto le ha generado un exceso de confianza que lo ha llevado a cometer errores que podrían salir a relucir cuando intente reelegirse.
¿Y cuáles han sido esos errores? Pues hace tiempo que el director técnico del Comité Olímpico Dominicano, el señor Tony Mesa y el vicepresidente de esa entidad, Junior Arias Noboa, están enfrentados a muerte, llevando ese organismo a un estado de tensión y evidenciando una falta de autoridad del presidente de una organización que ya cumple 70 años.
Mesa y Arias Noboa son dos jóvenes valiosos muy calificados que están llamados a servirle mucho al país en materia deportiva, cada cual en su área, claro está. Sin embargo, sus desavenencias personales han desatado una calamitosa situación que ha llevado al reputado técnico a renunciar en plena faena de los Juegos Olímpicos de Río.
Igual postura ha asumido Arias Noboa al negarse tajantemente a despachar el mínimo expediente con el técnico cubano. Aunque Luisín Mejía ha usado a Nelson Ramírez como válvula de escape a la crisis planteada, lo innegable es, que el presidente del COD ha sido el único culpable, pues no permitió que el Comité Ejecutivo dilucidara el tema de una manera institucional como lo ameritaba el caso.
El señor Mejía prefirió negociar con los enfrentados, creando no solamente un mal precedente, sino, provocando disgusto en el seno del COD.
Aunque lo que se avista es un enfrentamiento entre un técnico y un miembro del ejecutivo, en esencia, hay toda una estrategia en el entorno con miras a las elecciones de diciembre del 2018. De hecho, cuando el presidente del Comité Olímpico Dominicana prohibió que se dieran declaraciones públicas sobre los Juegos Olímpicos, algunas personas han entendido que ha sido un exceso del presidente de COD, pues no tomó a su comité ejecutivo en cuenta.
Yo no albergo la menor duda de que Luisín Mejía intentará reelegirse, como tampoco es un secreto, que el grupo que lo enfrentó con relativo éxito en las elecciones pasadas, nunca ha dejado de trabajar para sacarlo del COD. Pienso que Luisín tiene logros tangibles al frente de ese organismo.
Lo recomendable es que no se aparte de lo institucional, que se mantenga apegado a los estatutos de una institución que deberá permanecer en el tiempo por encima de las apetencias naturales de los hombres.
A dos años de las elecciones del Comité Olímpico, solamente se ve la punta del iceberg, pero la guerra es soterrada y todo el mundo está jugando su carta.
El secretario general del COD, Antonio Acosta (Colin) está tranquilo, concentrado en las elecciones de lucha, pero sin perder el contacto con los suyos. Arias Noboa luce pasivo en espera del momento cumbre. Otros veteranos avanzan parsimoniosamente. Y algunos federados que aspriran a la presidencia, sin talento pero con millones para intentar comprar volunt
