Las intensas lluvias afectaron a unas 3,703 viviendas y obligaron al desplazamiento de más de 18 mil personas en Puerto Plata, lo que configura un cuadro desolador para centenares de familias que perdieron sus ajuares sin posibilidad de disfrutar de las festividades de Navidad y Año Nuevo.
El Instituto de Meteorología vaticina más precipitaciones sobre gran parte del territorio nacional a causa de un sistema frontal sobre el área de pronóstico, lo que ha provocado deslizamientos de tierra y desbordamiento de ríos y afluentes en diversas comunidades de esa provincia.
En Puerto Plata se han producido en 50 días la misma cantidad de precipitaciones que las generadas durante todo el año, y en solo cinco días se superaron los valores normales para el mes de diciembre, lo que ha provocado daños en miles de viviendas y el traslado a albergues de miles de personas.
El presidente Luis Abinader inspeccionó las zonas afectadas e instruyó para que se proceda a habilitar las infraestructuras, despejar carreteras y restablecer el tránsito en localidades afectadas, así como suministrar raciones alimenticias crudas y cocidas a familias damnificadas.
Las aguas generadas por intensas lluvias también anegaron el hospital Gregorio Luperón, de Villa Montellano, lo que obligó a las autoridades a instalar un dispensario médico alterno en una cancha deportiva para atender emergencias en las zonas afectadas.
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El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) colocó a esa provincia en alerta roja ante el peligro que representan las fuertes lluvias que generan inundaciones y deslizamientos, lo que obliga a instituciones oficiales ligadas a la prevención, asistencia y socorro a acompañar a las comunidades afectadas por el mal tiempo.
Las dificultades que sufren hoy miles de familias en comunidades de Puerto Plata y de otras zonas del país, impedidas de celebrar en sus hogares las festividades de Nochebuena y Navidad, debería despertar solidaridad en toda la sociedad, especialmente en el Gobierno, sector privado y partidos políticos, porque la indiferencia es una vergüenza.
La primera parte del operativo del COE de prevención de accidentes durante las navidades, que concluye esta tarde, tendrá que reformularse en lo inmediato para afrontar daños previsibles a causas de las intensas precipitaciones que afectan a gran parte del territorio nacional, con los consiguientes desbordamientos de ríos, arroyos y cañadas y deslizamientos de tierra. La tarea debe ser prevenir y preservar vidas.