El caso de las dos niñas y un tío que murieron atropellados por un carro que penetró a su residencia en el barrio El Establo, de San Luis, es otro aviso sobre la circulación de vehículos.

Las versiones indican que no se trató de un simple accidente, sino que el conductor, un menor de edad, perdió el control porque estaría pasado de tragos.

Las niñas Yenderis y Anyeris de la Cruz Pérez, de tres y ocho años, estaban en el que podía considerarse el lugar más seguro para evitar una tragedia: su casa.

Estaban en el frente de la casa con su tío cuando el vehículo, que se dice era conducido a exceso de velocidad en la zona, los alcanzó. La tragedia es para que las autoridades tomen nota sobre la circulación de vehículos, un desafío que se ha tornado más creciente en la medida que ha aumentado el parque vehicular.

Con el desorden que prevalece en las calles tragedias como la de San Luis es para que se tengan más controles en el tránsito. La temeridad con que se conduce y las violaciones de las leyes, sobre todo de la plaga que representan los motoristas, es para que haya más accidentes de tránsito.

A pesar de lo tedioso que puede resultar de vez en cuando deben efectuarse operativos para verificar las condiciones de los vehículos y si los conductores tienen sus papeles al día. Pero también para remover a los vehículos mal estacionados en las calles. Algo tiene que hacerse para prevenir las lamentables tragedias.