Opinión Editorial

Trágico accidente

Trágico accidente

Consterna a la sociedad dominicana la tragedia acaecida el sábado en Santiago donde una yipeta con ocho adolescentes a bordo, que transitaba a gran velocidad por la avenida Hispanoamericana, se estrelló contra un poste del tendido eléctrico, con saldo de tres fallecidos y cinco heridos.

Ese accidente pone al desnudo la situación de descontrol del tránsito en avenidas, calles, autopistas y carreteras secundarias, lo que convierte a República Dominicana en uno de los países con mayor número de muertos y heridos por esa causa.

El 42 % de las víctimas en esos tipos de siniestro corresponde a hombres menores de 30 años, incluido casi un 18 % con edades entre 20 y 24 años, y un 13.8 % a jóvenes de 15 a 19 años, lo que obliga a reflexionar sobre la necesidad de que la familia se involucre en promover civilidad en el tránsito.

Puedes leer: Tres jóvenes mueren y cinco resultan heridos en accidente en la avenida Hispanoamericana de Santiago

Duele mucho saber que ese terrible accidente se produjo en horas de la madrugada, que el vehículo que transitaba a gran velocidad por una vía expreso, era conducido por un adolescente que no pudo evitar la letal colisión, que hoy enluta a Santiago y a toda la sociedad.

El Instituto de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) ni la Dirección de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) han logrado instaurar un sistema de vigilancia y control vial a nivel nacional para prevenir accidentes y sancionar violaciones a la ley de tránsito, por lo que sobre el asfalto vial prevalece la ley de la selva.

Son muchos los camiones, patanas y autobuses conducidos por jóvenes menores de 30 años, que a pesar de que poseen licencias para guiar esos tipos de vehículos, carecen de conciencia suficiente como para manejar con la debida responsabilidad y no pocas veces convierten las autopistas en lienzo de muerte.

Adolescentes y jóvenes cultivan la velocidad y temeridad, lo que incide en el incremento del número de fallecimientos y de heridos en accidentes viales, por lo que además de que las autoridades impongan ley y orden, se requiere que la familia oriente a sus hijos sobre el riesgo de perder la vida por el desenfreno.

Sin palabras para describir la tragedia que ha significado la muerte de tres jóvenes y heridas sufridas por otros cinco en el accidente de tránsito ocurrido el sábado en Santiago, queda elevar preces para que la familia se involucre de manera activa y constante en la promoción de conciencia ciudadana asociada al manejo responsable y al cumplimiento de la Ley de Tránsito.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación