No es ninguna novedad que la porosa línea fronteriza tiene muchos puntos vulnerables. Si algo puede extrañar es que sean solo los soldados dominicanos destacados en la zona quienes desconozcan esos agujeros que utilizan los haitianos para ingresar al país en forma clandestina.
A los muchísimos casos se acaba de agregar la versión de la Policía sobre la detención de 67 haitianos indocumentados que eran transportados en un autobús de San Juan a Santo Domingo.
En la operación se detuvo a cuatro dominicanos. Es obvio que los haitianos fueron recogidos en algún punto tras ingresar de alguna manera al territorio.
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No está demás recordar que hace solo unos días que las autoridades dieron cuenta de la detención de decenas de haitianos ilegales que eran alojados en un hotel de Elías Piña.
La verja fronteriza y la masiva vigilancia militar y las repatriaciones de Migración no han sido obstáculos para la penetración de indocumentados.
Los haitianos podrán conocer muy bien el camino para ingresar a esta parte de la isla, pero es obvio que tienen que pagar un precio a los traficantes. No hay otra explicación.