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Un testigo de la historia

Un testigo de la historia

Miguel Guerrero tiene la brillante dualidad de ser periodista que ha documentado el proceso social dominicano, vinculado paralelamente con su condición de historiador del proceso que cubre desde finales de la dictadura de trujillista y el inicio y desarrollo del tiempo de la democracia incipiente (1962 en adelante).

Como cronista entrevistador y relator de la historia, Guerrero es una pieza de comunicación imprescindible para comprender personalidades y acontecimientos.

Su libro, de 613 páginas, XXVI capítulos, y en edición tapa dura, con diseño de portada de Keyla Galarza e impresión impecable de Editora Centenario, enmarcado en una textualidad cuidada, limpia y asertiva, se torna ahora como instrumento para recorrer hechos, pensamientos y referencias de este tiempo.

Guerrero es ejemplo de la simbiosis entre literatura y periodismo, que nos ofrece una mirada responsable, a veces incluso tan verídica, al referirse a los hechos y la gente pública, que duele.
Lo que ha logrado Guerrero es documentar, a partir de reportajes, entrevistas, crónicas y documentos, lo que hemos sido como pueblo que despierta a la democracia.

Gracia entrevistadora

En las entrevistas que ofrece “Vivir en Libertad”, resalta la habilidad, el detalle y la inteligencia en el manejo, particularmente en las hechas a Sergio Ramírez, Carlos Andrés Pérez, Arturo Morales Carrión, José Antinoe Fiallo y muchos otros, transcribiendo los interviús que le hizo Guerrero para los diversos programas en los que ha sido productor o presentador, y sobre todo, para CDN, Cadena de Noticias, en las que saca provecho de su condición de voraz lector de novelas y ensayos, conocedor de la historia y la geopolítica, pudiendo producir una calidad de intercambio intelectual de calidad, y en un código coloquial entendible por el televidente.

Lo que ofrece Guerrero es un modelo de entrevista que se introduce con expectativas y se desarrolla con respeto por el entrevistado, sacándole lo más importante que puede aportar en su área de conocimiento.

Se nota que las que más disfruta son las entrevistas con escritores que a su vez han realizado su obra de ficción a partir de las duras realidades, tal cual es el caso de Sergio Ramírez Mercado, con Adiós Muchachos, como ejemplo imprescindible.

Militancia y escritura

Miguel Guerrero debe ser uno de los periodistas que no teme a adoptar posturas ideológicas de principios, y exponerse a la controversia, tal cual hace cuando adopta una postura inflexible en materia de la Libertad de Expresión, que ha impulsado como profesional y como miembro o dirigente de instituciones nacionales o hemisféricas (como la SIP). No tiene reparos para enfrentar frontalmente a líderes políticos de enorme popularidad, indicarles sus fallos y exponer claramente lo que considera sus miserias, tal cual ha ocurrido con Leonel Fernández, al que dedicó un libro completo (Ruge el León)

¡Oh la Historia!

Siendo el columnista diario fijo más importante del diario El Caribe, Miguel Guerrero se mantiene vinculado al presente, pero no obstante organiza su ejercicio para producir ensayos sobre la historia reciente dominicana, y sobre todo en torno a la caída de Trujillo, el inicio de la democracia, el golpe de Estado a Bosch hasta llegar a los hitos y personajes de la política partidaria contemporánea.
Su labor escritural es considerable: “Vivir en Libertad” es la obra 14 a su firma.

Guerrero viene precedido de obras que lo sitúan en la galería de historiadores recientes: “En la tierra prometida” y “La generación de más, (1979); “Enero de 1962: El despertar dominicano”, (1988) y “La lucha inevitable, (1990), “El rugido del león. Los excesos del poder”, (2013): “Los últimos días de la Era de Trujillo, (1990): “El golpe de Estado”, (1990), que ganó el premio anual de la Unión de Escritores Dominicanos:

Además, tiene en su haber “La era del tirano, (1994); “La ira del tirano”, (1994); “Trujillo y los héroes de junio”, (1996); “Al borde del caos”, (1999); Premio Nacional de Historia y el mejor libro del año de la Feria Nacional del Libro (2000), “El mundo que quedó atrás”, (2002) y “Tocando fondo: la crisis dominicana de (2003-2006) y “La herencia trágica del populismo”, (20012).