Paso a paso, con persistencia y segura de que la preparación es la base de todo, la joven actriz dominicana Paula Ferry va logrando sus metas fuera del país. Ahora puede vérsele como “Emma” en una serie de la cadena Televisa, titulada “Por amar sin ley” y también es parte del equipo de producción de la nueva serie de NBC “New Amsterdam”, la cual inicia su segunda temporada.
Es el actor dominicano Anthony Alvarez quien le da la oportunidad de llegar a Televisa y junto a Valerie Hernández, de VHO Casting, la llaman para la audición del papel en la serie mexicana. Muy madura para sus 21 años, la talentosa dominicana expresa que “una llamada super inesperada se convirtió en una oportunidad de oro, donde pude compartir con grandes profesionales de la industria”.
Califica la experiencia como maravillosa, pues tuvo el placer de filmar en Boston y en los estudios de Televisa en la Ciudad de México.
Compartió con grandes actores, de la talla de David Zepeda y Altair Jarabo, experiencia que la ayuda a continuar creciendo cada día y llenándose de conocimientos. “Tanto Anthony como David y Altair me dieron un voto de confianza con este papel, un rol cargado de emociones y con escenas emocionalmente difíciles, además de temas delicados, específicamente en estos tiempos”.
En la piel de Emma
Paula cuenta que Emma es hija de padre mexicano y madre americana, quien vuelve a casa de visita de la universidad para encontrarse con la noticia de que su padre ha sido deportado a México por ICE.
Ahora depende de Emma con la ayuda de los abogados (David Zepeda y Altair Jarabo) traer nuevamente su padre a casa.
La nueva temporada se está transmitiendo actualmente por El Canal de las Estrellas. Paula, quien ha participado en numerosas películas dominicanas, entre ellas: “María Montez”, “Código paz” y “El hombre que cuida”, concluyó el pasado año sus estudios en Nueva York, donde reside actualmente.
La ganadora de un Soberano como Mejor Actriz en 2015 y nominada dos veces a los premios La Silla, habla de su experiencia fuera del país, en estos dos años.
“La transición de estudiante a artista a profesional no ha sido fácil, pero gracias a Dios han llegado oportunidades que han abierto puertas y con dedicación y arduo trabajo se forma un camino, una carrera. Aprendí que el cine es un trabajo, no solo de equipo, sino de familia y que la escuela más grande que un artista puede tener
