Era antes la residencia del historiador dominicano que más títulos tiene publicados, Emilo Rodríguez Demorizzi. Para quienes vivieron los años dorados de la Librería Thesaurus, a la que dieron vida Juan y Jenny (hoy lastimeramente desaparecida), hacía falta una librería que rescatara ese aliento de gestión cultural, junto al placer de conversar en torno a un café de selección. Parece que el tiempo era de que esa realidad regresara.
Se trata de Librería Mamey. Ahora es un espacio abierto al público que aspira a una propuesta al libro físico, al arte plástico, el disfrute del intercambio y la exposición de la literatura, a los modos renovados del pensar y socializar conceptos y placeres del pensamiento y el sentir.
Ya Mamey ha comenzado a desplegar su proyección.
El filósofo Alejandro Ruiz, nieto de Rodríguez Demorizi, tuvo la idea de transformar esa casa en una librería, a la que bautizó con el nombre de Mamey y que está ubicada en la calle Las Mercedes # 315, frente a la Iglesia del mismo nombre, tras abrir puertas en marzo de 2016.
Mamey en su vertiente de galería de arte es manejada por el arquitecto Eddy Guzmán, como curador, para montar exposiciones en el Salón Emilio Rodríguez Demorizzi.
Actualmente alberga una exposición de pintores clásicos dominicanos y la otra sala es dedicada al arte contemporáneo, ofrece BOOMERANG, de Pascal Meccariello.
Mamey no es sólo librería, sino también un café bar, una sala de exposiciones, galería y áreas de terraza en los cuales se realizan diversas actividades, como intercambio de libros, tertulias, exposiciones, mercadito de arte, práctica del yoga, presentación de libros, conciertos, lecturas y coloquios.
“Librería Mamey es una experiencia que se respira y se lee, la belleza arquitectónica de su espacio invita al pensamiento. En poco tiempo ha logrado posicionarse como oferta cultural en la zona colonial, dando vida a las librerías con la diversidad de títulos que ofrece” dice Ruiz a Semana.
Mamey reivindica el concepto de la Librería como marco físico para la cultura y quienes la construyen y consumen.
“Somos una apuesta al libro físico, a la tertulia literaria y a las ideas de arte. Reconocemos el aporte de las librerías que nos antecedieron, algunas de las cuales hoy lastimeramente no se encuentran. Hemos recogido la tradición de la magia que envuelve la librería cuando es un espacio de intercambio.” afirma Ruiz.
“La respuesta del público es excelente. Estamos logrando llenar un vacío que hace tiempo se sentía en nuestra ciudad, el de tener un espacio agradable y atractivo donde alimentar el espíritu y la imaginación” dice Ruiz.
Indica que a Mamey viene todo tipo de público, desde jóvenes universitarios a intelectuales consagrados, doctores y poetas, pintores y economistas, además de simples ciudadanos amantes del arte y la cultura.
Dice en Mamey se presentó, con la colaboración de Estudio Ele Siete, la exposición de Vox Populi del artista plástico José Levy, que sirvió para debatir sobre marginalidad, Caribe, violencia, urbanidad y la realidad cotidiana.
Cuenta que en Mamey hay infinidad de planes de difusión y disfrute del placer de la lectura y otras actividades creativas: Se monta actualmente un club de libros, coordinado por Rubén Lamarche; un programa quincenal de conferencias y tertulias para conversar de manera amena en nuestro patio sobre su obra y procesos creativos.