Después de años de aprensiones y encierros, las personas por desconfianza o por costumbre, les cuesta abandonar el uso de las mascarillas. Pero la realidad es que la epidemia de coronavirus se acaba, los susceptibles se agotan y el virus deja de circular cuando el riesgo relativo es uno o menos de uno.
Particularmente yo, empecé a volver a lo que éramos antes de la pandemia: No usar mascarillas en lugares abiertos ni en espacios cerrados cuando no hay interacción con personas fuera de mi círculo de confianza. Ej. supermercado, restaurantes, cines hoteles entre otros.
De nuevo el placer de viajar se hace presente y ya esta semana viajé a los EUA a compartir con hijos y nietos. Durante el trayecto, encontré lugares que todavía exigen las mascarillas, por ejemplo UBER, aeropuerto y aviones. Curiosamente después de procedimientos estrictos (al unísono) la gente se desprende de las mascarillas para comer y beber.
En USA (Gracias a Putin) el tema de COVID en las redes sociales y la TV, pasó a un segundo plano. No les puedo negar que al principio resulta algo intimidante subir a un ascensor, donde personas de todas las edades se apiñan sin utilizar mascarillas, pero a poco te vas acostumbrando y retomando la confianza.
Durante más de 24 meses, aspiramos volver a la “normalidad” y hubo momentos en que nos engañamos pensando que habíamos logrado: Después de la segunda ola (antes de que apareciera la variante Delta), y cuando completamos el esquema de vacunación. Pero no, el virus tenía otros planes.
A pesar de todas las medidas preventivas, el final de la epidemia nos llega cuando el virus se hizo más contagioso y menos letal. En esta última ola fueron muchos los que se sorprendieron por encontrarse contagiados, con o sin recibir las vacunas.
El virus seguirá entre nosotros, pero las probabilidades que volvamos a tener una nueva ola son muy, pero muy remotas. El mejor indicador son las hospitalizaciones y estas siguen bajando hasta menos de un 5%. Si Ud. tiene más de 65 años y/o tiene alguna comorbilidad, el uso de la mascarilla en los espacios cerrados es una buena medida, para todos los demás la epidemia se terminó.