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Vestuario escandaloso: ¿Una estrategia que ha perdido fuerza?

Vestuario escandaloso: ¿Una estrategia que ha perdido fuerza?

Madonna ha llamado la atención por la vestimentada usada durante sus conciertos.

Antes, el vestuario de un artista, no solo era ropa, era  toda una estrategia de marketing, lo que no solo se traducía en generación de visibilidad, también en  una herramienta para vender.

Desde Madonna, con sus vestimentas audaces y provocadoras, que fueron cruciales en su éxito comercial y como ícono de la moda; hasta las prendas estrafalarias de Toño Rosario, al pasar de los años se ha visto disminuir esta estrategia para llamar la atención, entonces, ¿Esta estrategia de marketing ha perdido fuerzas?

Para la consultora en Imagen Profesional y Posicionamiento Estratégico, Rhodie Lamour, decir que la ropa escandalosa ya no genera el mismo impacto mediático, es relativo, pues todo depende de quién lleva la prenda escandalosa y en qué contexto aparece.

El vestuario de artistas ha evolucionado de estrategia de marketing a plataforma de expresión personal

“Existe una especie de “carrera invisible” en ciertos espacios donde enseñar más piel se ha convertido en un símbolo de poder o pertenencia. Un buen ejemplo es Halle Berry, conocida por su elegancia y discreción, quien sorprendió con un vestido más atrevido en la MET Gala. Al mismo tiempo, no todo público necesita ese tipo de “vitrinas” para disfrutar del espectáculo” manifestó Rhodie poniendo como ejemplo el nuevo código de vestimenta del Festival de Cannes en el que se prohíbe la desnudez y prendas voluminosas.

No necesariamente el vestuario como herramienta de promoción se ha desgastado, más bien ha evolucionado, y los artistas no solo se enfocan en ser llamativos, también  en ser relevantes y de conectar a través de un mensaje.

Artistas utilizan moda para comunicar posturas sociales, políticas y dar visibilidad a nuevos talentos

“La relación sigue siendo intensa (entre moda y narrativa artística) pero ha evolucionado. Aunque la moda recicla constantemente, sorprender se vuelve cada vez más difícil. Esto ha llevado a una exploración más audaz de cortes, materiales e incluso del uso de la tecnología para enriquecer la experiencia visual y artística”.

Agregó que, hoy los artistas comprenden mejor su rol como influenciadores y utilizan la moda para comunicar mensajes, tanto simbólicos como explícitos. Antes, la ropa era solo estética; hoy es una plataforma para expresar posturas personales, sociales o políticas.

La moda sigue impactando, pero ahora se enfoca en relevancia y conexión, no solo en ser llamativos

Los años pasan y los tiempos cambian. A diferencia de una Lady Gaga que usó un vestido hecho de carne en los MTV Video Music Awards de 2010, o un Tutile que utilizó un traje de cardenal en el cierre de las fiestas patronales de Boca Chica en 2006; las estrategias visuales que están utilizando hoy los artistas es diferente.

“Podemos identificar varias. Primero, el uso de transparencias y extravagancias en ropa, maquillaje y accesorios. Segundo, la inclusión de simbología en las prendas: elementos religiosos, mensajes políticos o emblemas de causas solidarias. Estas elecciones visuales no solo impactan, sino que comunican” explicó la asesora de imagen, quien resaltó además que existe una tendencia interesante, donde muchos artistas eligen brillar con diseñadores menos conocidos. “Ya no se trata solo de llevar el nombre más famoso, sino de dar visibilidad a nuevos talentos. Es una forma poderosa de influencia: compartir su plataforma para elevar a otros”.

Soluciones

 Rhodie Lamour lanzó recientemente su catálogo corporativo de servicios para empresas, marcando el inicio de una nueva etapa de colaboraciones estratégicas en la República Dominicana. Esta oferta incluye soluciones que ya ha implementado con éxito en Canadá y que ahora también pone a disposición de otros países a través de servicios remotos.