Los tres jóvenes abatidos en San José de las Matas en un supuesto intercambio de disparos con agentes de la Policía cuestionan el cacareado proceso de reformas y la profesionalización del cuerpo.
Todavía sea cierto que Anthony Gabriel Bueno, Nelson Antonio Zapata Bernal y Eury Díaz enfrentaron a los agentes en la población se tejen siempre muchas conjeturas.
Es vox populi el criterio de que a las víctimas se les ejecutó para callarlos sobre eventuales implicaciones, de ser detenidos, de miembros de la Policía con sus supuestos actos delictivos.
Resulta por demás muy inquietante que ninguno de los tres jóvenes, quienes según la Policía eran perseguidos por múltiples delitos, incluyendo un asesinato, no excediera de los 24 años de edad.
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Mientras la Policía dice que en lugar de entregarse los jóvenes enfrentaron a tiros a los agentes, los familiares sostienen que fueron capturados y ejecutados en una cabaña de un motel.
Reclamar una investigación y perder el tiempo es la misma cosa, pero muertes como las de los tres jóvenes desacreditan el proceso de que tanto se ha hablado sobre la reforma y profesionalización de la Policía.