Opinión

Voces y ecos

Voces y ecos

POR: Rafael Peralta Romero
rafaelperaltar@gmail.com

 

 

Ahora es que falta chikungunya

 

A esta fecha no queda un dominicano o residente en el país que pueda ignorar los estragos que viene causando la fiebre llamada chikungunya. Quien no ha padecido los efectos del terrible mal, ha visto a un pariente o vecino doblarse de dolor y a veces gritar. Yo, gracias a nuestro sistema de salud, reúno ambas experiencias.

Esta pandemia ha servido para demostrar la alta vulnerabilidad del régimen sanitario dominicano y la desprotección en que vivimos aquí. ¿Desde cuándo habita entre nosotros ese insecto y desde cuándo se inició la fumigación? Parece que ninguna medida ha resultado suficiente ni eficiente para controlar la expansión.

Muchos dominicanos no han creído el origen viral de la enfermedad y tienen versiones para atribuirle su procedencia, la más socorrida de las cuales es que el malestar lo ha provocado una carga de desechos químicos ingresada por el puerto de Haina. Otros encuentran extraño que ante tal situación no se hayan pronunciado la OPS y la OMS.

La imaginación conducida por la ignorancia no aporta buenos frutos. De ahí que al gobierno de Danilo Medina cuya franqueza supera la de su predecesor, la chikungunya le haya menoscabado la credibilidad, vía el Ministerio de Salud Pública. No obstante, los hospitales se llenan a diario de gente que busca ayuda contra el fastidio mal.

El doctor Miguel Catalino, un especialista en salud pública que labora como docente de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ha advertido que la chikungunya no cesa por ahora. Catalino dirigió una carta al ministro de Salud, doctor Freddy Hidalgo, en la que formula valiosas recomendaciones.

He aquí unos párrafos: “No es prudente dar cifras del número de casos de CHIKUN, sin una medición estadística con precisión y proyección objetiva o científica, si lo hacemos se debe especificar las debilidades de la misma.

“A ver qué nos dice este simple cálculo de proyección, se aceptan como confirmados 90,000 casos, por cada 5, solo se notifica 1, como es nuestra percepción y de muchos, tendríamos aproximadamente 450,000 casos posibles. ¿Y se podría predecir el escenario epidemiológico que se presentará de septiembre a noviembre de este año?, cuando la epidemia haga su pico, claro que sí, y es posible que en ese momento haya afectado a más del 50% de la población dominicana. Para esto es que debemos prepararnos y aportar todos.

Catalino advierte que la saturación y cuasi colapso de la Red Pública de servicios de salud, se produce cuando en verdad empieza el problema, como ‘’epidemia nacional’’. Es decir, ahora es que faltan fiebres, dolores, escozor, molestias estomacales y descrédito para la política estatal de salud. Falta chikungunya.

El Nacional

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