En entregas anteriores criticábamos la perversidad sexual en las redes sociales, la música de bajo mundo y algunos programas televisivos expuestos a todo público 24/7, diarios, agrediendo a nuestros niños/as y adolescentes que ya se les ven de 3 ó 4 años simulando actos sexuales vulgares de los que exhiben las mujeres en diferentes medios y ambientes de esta sociedad que va rumbo a la perdición ética y moral de su gente.

La niñez es la población prioritaria que gobierno y sociedad están obligado a proteger en todo, pero hace años que están desprotegidos.

Aunque risible para muchos, demandemos del gobierno establecer zonas de tolerancia, al estilo Puerto Plata, donde hombres y mujeres de esa conducta dañina para niñas y niños y adolescentes se alojen, en horario libre y abierto a ejercer sus aberrantes prácticas sexuales sin perjuicio para el desarrollo sano y decente de nuestros defendidos/as
El actual gobernante y los que le sigan, deben jugar su rol con firmeza y decisión en defensa y protección de la población que nos ocupa, y con ello evitar que la patria de Duarte y Luperón caiga por completo en un vacío sin valores, sin ética y sin moral, habitado por cuerpos atraticvos y aparentes por fuera pero vacíos por dentro, de cuya desgracia todos seriamos culpables por inobservancia e irresponsabilidad.

Por décadas atrás ha habido urgencia de crear un cuerpo colegiado con mayor función que la que tuvo la difunta Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía, que vele, vigile, y evalúe las actuaciones y comportamiento en los eventos públicos y en todo medio de comunicación para evitar las diferentes modalidades de agresión a la población, principalmente contra los niños/as y adolescentes con manifestaciones antivalores, indecorosas, inmorales.

Es necesario y urgente, que todos los ciudadanos/as exijamos al actual y futuro gobernantes prestar atención a este renglón poblacional, y que la población madura haga sus aportes en favor del presente que vivimos y en particular en beneficio de la ninez actual y de las generaciones que la sigan, con las que tenemos deudas impagables por el descuido y perversidad con que nos hemos manejado como representantes, guías y orientadores de ellos.
Por la ninez, protesta con nosotros.

Por: Lic. Santiago Martinez