Opinión

Presencia económica

Presencia económica

Daniel Guerrero

Un dólar dominante
Con frecuencia se suele decir que el dólar (moneda norteamericana) gana valor, por ejemplo, ante el euro (moneda única europea) o el yen, queriendo significar que el tipo de cambio (la cantidad de dólares que hay que dar para comprar otra divisa internacional) favorece al billete verde de Estados Unidos.

Por ejemplo, existe una relación inversa entre el comportamiento del dólar y las materias primas. Llegó un momento en que la caída del precio del petróleo fue de tal magnitud que irónicamente llegó a sostenerse que el valor del envase (barril) donde se guarda el crudo llegó a tener un precio más elevado que la misma materia prima.

Téngase en cuenta que los productos básicos de exportación se suelen cotizar en dólares. Por eso, cuando el dólar cae, los grandes productores cuya divisa es diferente al dólar aprovechan esa debilidad para llenar sus almacenes ya que les sale más “barato” comprar esos productos debido al factor cambio en la divisa.

Por el contrario, cuando el dólar se fortalece resulta más caro en términos cambiarios comprar productos básicos, y por lo tanto los grandes operadores de materias primas, prefieren usar las reservas de sus almacenes y disminuir sus volúmenes de compra.
En el contexto latinoamericano y caribeño el impacto de la fortaleza del dólar se refleja en los precios de los productos importados porque entonces habrá que buscar más pesos o monedas nacionales para pagar las mercancías compradas al resto del mundo.
Analistas internacionales sostienen que un dólar fuerte respecto de las monedas de la región podría inducir a una fuga de capitales de la región, pues muchos inversionistas preferirían trasladar sus inversiones hacia el mercado de Estados Unidos, fenómeno que podría impactar adversamente en el desempeño económico de América Latina y el Caribe.

Se acepta la conjugación de varios factores que explican el alza en la cotización del dólar: la vigencia de los bajos precios del petróleo, el enfriamiento de la demanda china de bienes y servicios y la posibilidad real de que se acentúe una tendencia hacia el alza en la tasa de interés (que expresa el precio del dinero) por parte de la Reserva Federal (FED/Banco Central) de Estados Unidos.

Así, podría pensarse que las monedas de América Latina y el Caribe estarían perdiendo valor, fuerza adquisitiva, pero en verdad lo que ha estado ocurriendo es que el dólar se ha estado enseñoreado ante las principales divisas del sistema monetario-financiero internacional.

Pero también la apreciación del dólar se ha tornado en una preocupación en Estados Unido, pues mientras la economía estadounidense mantiene frenado su política fiscal expansiva, la Unión Europea refuerza nuevos pasos hacia el estímulo de la cantidad de dinero en manos del público.

Así lo ha dicho Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE): “Se procederá al aumento del estímulo monetario con un recorte de las tasas de interés de diez puntos básicos y una prolongación del programa de compra mensual de bonos de 60 mil millones de euros (unos 65 mil millones de dólares) por seis meses más hasta marzo de 2017.

Pero también un dólar más fuerte también conspira contra la tasa de ganancias de las empresas norteamericanas toda vez que sus bienes ofertarían precios más altos, perdiendo competitividad frente a sus similares del mundo.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación