Los gremios transportistas vuelven a jalar cada uno para su lado frente a las decisiones del Gobierno relacionadas directa o indirectamente con el sector.
Por el alza en los carburantes –y de paso contra el proyecto para colectivizar el transporte público- conductores de la ruta de la avenida 27 de Febrero han amenazado con paralizar el transporte de pasajeros.
Se trata del mismo sector que cuestionó el corredor de la Núñez de Cáceres bajo alegatos baladíes.
La Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte (Conatra), que preside el senador Antonio Marte, ha rechazado el movimiento de protesta, detrás del cual está el disgustado Juan Hubieres.
Conatra, que desde hace un tiempo se ha inclinado más por la conciliación que por los conflictos, exhortó a los gremios choferiles a elaborar propuestas para enfrentar los problemas del sector en lugar de convocar a protestas.
El vocero del gremio, Mario Díaz, calificó como una locura las paralizaciones y marchas que se han anunciado por el alza de los carburantes y otras decisiones. Al margen de las contradicciones entre los gremios choferiles lo cierto es que cualquier protesta en estos momentos es insensata y extemporánea.