Este fin de semana decenas de famosos actores y personalidades del espectáculo en Venezuela se reunieron para presenciar la boda más esperada del año, la de la querida Daniela Alvarado y José Manuel Suárez.
La hija del siempre recordado actor y cantante venezolano, Daniel Alvarado, dio el sí el pasado sábado a su ya esposo, el actor y bailarín, José Manuel, con quien compartía largos años de amistad y no fue hasta entrada la pandemia cuando su relación se convirtió en algo más.
La boda fue tal cuento de hadas, cuidada desde el más mínimo detalle, la novia, cual princesa, lució un vestido espectacular para la ceremonia eclesiástica en la iglesia San Juan Bosco de Altamira, en Caracas.
El traje, creación del diseñador Hugo Espina, era manga larga y con una falda de capas. Además también llevaba un velo largo que se unía con el vestido y hacía una cola de, al menos, dos metros.

Las redes se inundaron de publicaciones desde el viernes, los invitados que acudieron al festejo tuvieron que hacerse la prueba del covid-19 para poder disfrutar de un matrimonio «como los de antes».
Un “bodorrio” en el que se dieron cita grandes actores y actrices, que han compartido escenarios con los novios además de, verles crecer en el mundo del espectáculo, entre ellos, el protagonista de la serie de Netflix, Bolívar, Luis Gerónimo Abreu, y su esposa Claudia La Gata. También Bebsabé Duque y las primeras damas de la actuación venezolana como Dora Mazzone, Nohely Arteaga, Mariantonieta Duque y Sonia Villamizar.
Luego de la boda eclesiástica vino la fiesta, la comelona y los bailes amenizados por diferentes cantantes que pasaron por el escenario interpretando salsa, pop, rock y disco, no faltó ningún estilo, ni tampoco la alegría de los novios y sus amigos y familiares en la pista.

La parranda no terminó hasta llegada la madrugada tal y como mostraron muchos de sus invitados a través de sus redes sociales.
El pasado 12 de junio, la hija de la también actriz Julia Álvarez había anunciado que hacía ya un mes de su matrimonio civil con Suárez, ceremonia que por motivos de pandemia se realizó con pocos invitados, pero que pronto sería la boda religiosa y ahí sí asistiría todo el que quisiera. ¡Y así fue!