Los catastróficos resultados del estudio de Evaluación Diagnóstica Nacional realizado por el Ministerio de Educación ponen al desnudo la tragedia que abate al sistema público de enseñanza al evidenciar un estancamiento o retroceso de los estudiantes de educación básica y preuniversitaria, mas cruentamente en las matemáticas.
Taladra el alma saber que de 6,279 alumnos de secundaria evaluados en aritmética, apenas el 0,7 % alcanzó un nivel de aprendizaje satisfactorio, porcentaje inferior al 4.1 alcanzado en 2018, ultimo año de referencia, lo que refleja la magnitud del desastre.
En esa investigación, realizada entre los meses de mayo y junio de 2022, también se midió el nivel de aprendizaje de los estudiantes de tercero y sexto de primaria y tercero de secundaria, entre los cuales apenas un 9 % obtuvo resultado satisfactorio en matemática.
En la asignatura lengua española, los estudiantes de sexto de primaria alcanzaron un 33 %, de resultados satisfactorios, lo que evidencia un mayor crecimiento con respecto a 2018, que fue de 27.4 %, pero el 51.4 % de esos alumnos no superó la barrera de aceptable y un 15% en nivel elemental.
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Resultados relativamente similares afloraron en las evaluaciones estudiantiles en ciencias sociales y naturales, con el angustioso hallazgo de que el cuadro se agrava en los grados superiores de la educación básica y preuniversitaria, lo que evidencia el fracaso del programa de enseñanza a distancia aplicado durante la pandemia.
No se niega que el sistema educativo sufrió un colapso a partir de marzo de 2020, con el surgimiento en el país de la covid-19, pero debe admitirse que el retroceso ha sido mayor a partir de 2021, como lo demuestran los dramáticos resultados de la referida evaluación.
El cumplimiento de la ley del 4 % a la Educación ha significado desde 2018 una erogación del Estado de más de un billón de pesos, sin incluir los RD$275 mil millones correspondiente al Presupuesto Nacional de este año, lo que a juzgar por los resultados ha sido dinero tirado a la hoguera.
Urge que Gobierno, Asociación de Profesores, clase política, instituciones asociadas con la promoción de la calidad educativa, empresariado, universidades, padres y tutores, y otros actores del sistema convoquen desde hoy mismo a una peña dialogante sostenida en profunda autocrítica y procedan con la cirugía de urgencia que requiere el agónico sistema público de enseñanza.
