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Algo más que salud

Algo más que salud

José Díaz

Fin de clases y Nochebuena

Dos años atrás pedí mi jubilación en la UASD, y por situaciones afectivas la retiré. Ahora si me jubilé, y quiero compartir parte de artículo que escribí entonces: “Como docente siempre me identifiqué con esta frase de Luis Franco “La maestría se expresa en que los alumnos aprendan sin parecerse al maestro ni entre sí”.

Luego de 23 años de docencia ininterrumpida en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y otros siete en otros centros de educación superior, he decidido retirarme en procura de estar más tranquilo, dedicarle tiempo de calidad a la familia, y a mí mismo.

No ha sido una decisión fácil, pues aprecio y me entrego a la docencia. Este semestre, más que los otros, pues estuve en contacto presencial, luego de dos años y medios separados por la pandemia.

Siempre les decía a mis estudiantes, al iniciar cada semestre, que el proceso de aprendizaje iba a ser de doble vía, pues, aunque yo le brindaba los conocimientos básicos de cada materia: Epidemiologia, Promoción de la Salud y Metodología de la Investigación, ellos a su vez me enseñarían como ven la sociedad hoy, y sobre todo su concepción de vida, cuáles son sus expectativas ante una sociedad tan competitiva y sobre todo mercantilizada, incluyendo el ejercicio mismo de la medicina.

En un ambiente de respeto aprendimos todos y no deja de darme nostalgia el perder este espacio, pero ya es tiempo de enfocarme en otros horizontes que sean “algo más que salud”.

Este domingo es Nochebuena y por lo regular comparto con ustedes una reflexión que nos ayude a ser mejor persona. En mi libro “Los amores perdidos”, parafraseando a Walter Risso decimos: “Hay que tener una valoración positiva de lo que soy, tratarme bien y no exigirme metas muy altas, pues tendemos al autocastigo cuando no la alcanzamos”.