Es más probable que las pandillas haitianas, como la que encabeza Jimmy Cherizer (Barbecue) estén mejor artilladas que el Ejército, que apenas cuenta con 450 soldados.
Pero también es más que probable que las armas con que contaban los militares sean las mismas que hoy exhiben los pandilleros.
Al finalizar el jueves la tregua de una semana que concedió Barbecue para facilitar la distribución de combustible, el jefe del Ejército, Edy Marcelin, reclamó medios para restaurar el orden y la seguridad.
Garantizó que con un tanque, dos vehículos de asalto y una cañonera en dos semanas desarticula a las pandillas que con sus secuestros y asesinatos han sembrado el terror en Haití.
Sin embargo, la petición ha escandalizado al expresidente golpista Prosper Avril, quien indicó que antes de refundirse en 2017 el Ejército tenía armas pesadas y ligeras, cañones y rifles sin retroceso, aviones de combate, helicópteros, tanques, radares, cazas turbo y otras.
De ser así, será difícil determinar cómo las armas han caído en manos de las pandillas. El Gobierno de Ariel Henry no parece en condiciones de satisfacer la petición del Ejército para enfrentar a las pandillas.
Pero alguna solución tendrá que buscarse (y mejor sería que lo hagan los propios haitianos, sin intervención extranjera) para acabar con la pesadilla y restaurar cuanto antes el orden y la seguridad en la nación. La crisis se ha prolongado por demasiado tiempo.