Manolo y Caamaño
Pérez abandonó el restaurante Roxy y sintió la brisa fría -esa brisa que sale a pavonearse en las medianoches de la calle El Conde- golpear su rostro. La sintió refrescar sus ojos, impregnados por el humo de los cigarrillos y el aire viciado del Roxy. Entonces caminó hacia el Baluarte y observó la luz de […]