Santo Domingo.- Una locura desenfrenada provocó el intérprete urbano Bad Bunny el pasado fin de semana en República Dominicana. ¿El panorama? Miles de jóvenes “vueltos locos y sin idea” trataban de conseguir las boletas (que increíblemente no dieron abasto) para poder ser testigos de lo que el boricua tenía preparado para ellos durante dos noches.
El viernes y sábado el exponente urbano tuvo el gran desafío de enfrentarse y llenar el colosal Estadio Olímpico Félix Sánchez, y lo logró. Como se dice en buen dominicano, en ambas noches “no cabía un mandado”, y la fiesta fue de “apaga y vámonos”.
Benito, como también se le conoce, quien inició el recorrido de su “World’s Hottest Tour” por Latinoamérica en Santo Domingo, subió el sábado a escena, a las 9:39 de la noche, interpretando el tema Moscow Mule, siguiendo con Me porto bonito, Un ratito, Efecto party, Tarot, La corriente y Neverita.
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“Buenas noches República Dominicana, bienvenidos al ‘worlds tour’ más caliente del mundo. Segunda noche aquí en RD, anoche la pasé súper, increíble y este será igual. Esto me lo gozaré. Esto es de ustedes, sin ustedes no existiera esto…”. manifestó “El conejo malo”, quien durante toda la noche se mostró muy conversador, y en cada oportunidad agradecía a los dominicanos el apoyo brindado a su carrera en seis años.
Los minutos transcurrían y el intenso calor se hacía cómplice del tema playero de la fiesta, y el artista decidió subirle aún más a la emoción de los asistentes, al recibir en escena a sus invitados: Jowel y Randy, Arcángel, Jhay Cortez, así como a la dominicana Tokischa, quien recibió los gritos ensordecedores del público.
Entre fuegos artificiales durante los temas, brazaletes que se encendían al ritmo de la música, y su esperado repertorio, Bad Bunny logró que sus fieles fanáticos disfrutaran hasta el cansancio, por lo que decidió cerrar pasada la medianoche, a ritmo de merengue con Después de la playa, siendo la grata sorpresa, la salida a escena del merenguero más “galáctico”, Toño Rosario, quien fue recibido con una gran e intensa ovación