Educación

Busca formar estudiantes den respuestas problemas sociales

Busca formar estudiantes den respuestas problemas sociales

Rafael Emilio Bello, Viceministro de Calidad de la Educación

Rafael Emilio Bello Díaz rafael.bello@minerd.gob.do

Santo Domingo.- El Ministerio de Educación  busca formar  estudiantes que tengan  buen rendimiento académico en las aulas de clases,  capaces de pensar,  no se dejen desbordar por las pasiones del momento y puedan aportar soluciones a los problemas de su entorno.

Rafael Emilio Bello,  viceministro de Calidad de la  Educación, consideró que debido a los diferentes momentos históricos, intereses ideológicos, condiciones sociales, dinámicas culturales y desarrollos investigativos, tradicionalmente las emociones se han intentado mantener fuera de la escuela.

Logrando privilegiar el desarrollo cognitivo y de alguna manera se ha mantenido la premisa de que el corazón limita la razón y por lo tanto es incompatible con el pensamiento.

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En este sentido, se ha tratado de señalar que las decisiones importantes deben mantenerse lejos de las emociones, porque las   emociones brindan la posibilidad de dar respuesta a situaciones cotidianas debido a que operan fuera de la consciencia; llegan a sesgar el pensamiento y limitar la mente.

No obstante, lo importante es enfatizar que, como señala Lindel (2010), en el cerebro existe poca percepción pura en vista de que cuando las personas adquieren conciencia de las sensaciones estas ya han suscitado respuestas emocionales.

En este sentido, Davidson (2003) señala que, tras un estímulo, un estado sensorial puro tan solo es posible hasta antes de los primeros 45 milisegundos, entre estos y los primeros 75 milisegundos se empiezan a generar algunas diferencias, aunque las reacciones de las personas son cercanas, pero desde los 100 milisegundos aparecen las diferencias interindividuales.

Por esta razón, la evidencia empírica ha determinado que no es posible separar la emoción de la cognición, al ser procesos que están interrelacionados y que son interdependientes.

Estos hallazgos producto de los avances tecnológicos, del interés de la neurociencia afectiva, del desarrollo del constructo de inteligencia emocional y de la articulación de diversas disciplinas hace posible establecer la petición respecto a matricular las emociones en la escuela, sobre todo en los contextos locales y regionales, por eso, el educador  consideró que todo sistema educativo se fundamenta en que el conocimiento conduce a la felicidad, pero esta felicidad implica entender las emociones de una manera más inteligente (Dalai-Lama y Ekman, 2009).

Desde este enfoque, el desarrollo emocional debería ser el dinamizador de la educación, ya que posibilita mejores relaciones y alternativas, razón por la cual es fundamental pensar en un sistema que permita la educación de personas emocionalmente competentes (Palou, 2008).

Es vital la inclusión del desarrollo emocional en los programas escolares debido a la relación que se genera entre el rendimiento académico y la inteligencia emocional (Shahzada, Ghazi, Khan y Shah, 2011).

Sin embargo, no se trata únicamente del éxito académico, sino especialmente del fortalecimiento de la interioridad de los individuos, la cual incide de manera directa en las relaciones interpersonales y en su consolidación como ser humano.

El Nacional

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