Transcurridas las elecciones municipales, presidenciales y congresuales, el acontecer político y social de la República Dominicana pone como punto inmediato de debate varios temas que no permiten a la población el merecido descanso tras venir de un proceso electoral tan extenuante.
Es increíble cómo los actores políticos y sectores de opinión, apenas horas de transcurridas las elecciones de este año, colocan en el debate nacional temas como los presidenciales del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el pedido de renuncia del presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Danilo Medina.
Este país hay que llevarlo al paso, un pueblo con tantas carencias y una deuda social tan grande acumulada no puede estar sometido de manera permanente a un asedio con temas políticos que en nada ayudan a mitigar tan pesado lastre.
La actual coyuntura no es para politiquear, ni mucho menos para traer al debate temas tan extemporáneos y particulares como los arriba señalados, esos son temas que bien pudieran ser tratados por las entidades y actores políticos en sus respectivas parcelas partidarias de manera individual.
No hay necesidad de socializar eso, traerlo por los cabellos y ponerlos como principal tema de debate inmediatamente después del pasado proceso electoral que, gracias a Dios, transcurrió sin mayores traumas.
Lo conveniente es ir pensando en cómo los tomadores de decisiones, que son esos sectores que han puesto en agenda los referidos temas, comienzan a elaborar de forma inmediata una matriz para darle frente a problemas que no aguantan ni un minuto para que se resuelvan.
Esos sectores deben concentrar sus energías en resolver de una vez y por todas las mafias en la Seguridad Social con todos sus componentes que ahogan a este pueblo.