En Mirador Sur
Señor director:
Los abajo firmantes, moradores de la Urbanización Buenos Aires, Mirador Sur, nos encontramos inconformes y molestos a causa de la mala construcción de los registros para evacuar las aguas de las lluvias, debido a que retienen agua en una de sus recámaras, destinadas a contener los sólidos para evitar que se tapen. Esta agua retenida se ha convertido en un criadero permanente de mosquitos trasmisores del dengue que se ha extendido por toda la comunidad.
Nosotros preferimos que se obstruyan los filtrantes a que tengamos que lidiar con enfermedades que conlleven gastos médicos, laboratorios, medicamentos y en algunos casos podrían complicarse y causar la muerte. El costo de los filtrantes sería un solo gasto y no sería tan frecuente.
En la calle Viento del Sur solo tenía problema de estancamiento de agua frente a la casa del señor licenciado Miguel Antonio Rodríguez, el cual manifestó a las personas que fueron a iniciar ese trabajo que eso solo necesitaba limpieza y que él lo pagaba siempre. Del lado Sur de esa calle siempre que no tuvieran basura los condenes el agua corría sin problema.
Entendíamos que la Junta de Vecinos debió convocar la asamblea y especificar en esa invitación personas que son críticos de lo que se va a ofrecer a la comunidad y que estuvieran allí los ingenieros para que les explicaran a los moradores en qué consistía dicho trabajo. Como se trataba de una obra que implicaba gastos millonarios debió tomarse en cuenta que la invitación fuera personalizada entregada en el hogar y no con guagüita anunciadora ni panfletos lanzados en la marquesina.
Estamos hablando de 7 millones de pesos, y esperamos que la junta de vecinos reciba los gastos en facturas de esos trabajos. El caso del Hospital Doctor Darío Contreras sucedió porque no convocaron a la Asamblea Hospitalaria. Los moradores son los que conocen los problemas de la comunidad.
El doctor Guillermo García Lorenzo, fue a la oficina en la Bolívar de la EGEHD a llevarle la preocupación de los moradores de ese sector y ellos bajaron a la calle cuatro ingenieros incluyendo el encargado del proyecto y trataron de palear la situación poniendo mallas en la rejilla de entrada de las aguas cosa que no funcionó.
En la zona verde se había acordado construir una acera perimetral pegada a la verja norte y en la demás siempre que se pudiera, sin embargo esa acera la retiraron casi dos metros de la verja y con aproximadamente 3 pulgadas de elevación en ambos bordes.
Atentamente,
Dr. Guillermo García Lorenzo
y moradores