Hatuey De Camps
Señor director:
No hay dudas de que hablar de don Hatuey De Camps, es hablar de uno de los hombres más importantes de nuestra política en lo que va de este siglo y parte final del anterior, por la forma en cómo se comportó en el espectro político dominicano.
Es cierto que don Hatuey nunca fue una papeleta de dos mil pesos para gustarle a todo el mundo, incluyendo sus propios compañeros del otrora poderoso PRD, por ende, es lo más lógico que hasta aquí mismo admitimos que era un político con sus luces y sombras. Como el gran porcentaje de los que están vivos.
Al igual que los últimos grandes caudillos nuestros; José Francisco Peña Gómez, Juan Bosch y Joaquín Balaguer, Hatuey se inscribe dentro del listado de políticos criollos que murieron en pleno ajetreo del ejercicio partidario, al punto que aspiró en las más recientes elecciones presidenciales del pasado 16 de mayo de este 2016.
Apropósito de estas elecciones, es preciso recordar que en uno de los debates o exposiciones que se realizaron en televisión nacional con los candidatos a la presidencia, este hombre tuvo la gallardía y coraje de enrostrarles a los demás competidores de la oposición, “nos pasamos todo el tiempo hablando plepla y no nos unificamos para formar un frente opositor para combatir la reelección presidencial, a pesar de mi peregrinaje y visita a cada uno de ustedes”.
Esto es una muestra de que el líder del PRSD, mantuvo su principio antirreeleccionista hasta su muerte, lo que dista mucho de la coherencia y posición firme de un ser humano, pero tiene más peso cuando se trata de un político, tomando en cuenta que pocos son caracterizados por la coherencia y firmeza.
Y resalto este principio de don Hatuey, porque junto a él hubo quienes se sumaron a mantener su tesis, pero alguno de ellos, de nombre sonoros en el ámbito político y en el mismo periodismo, cambiaron de parecer en el camino por lo que el hombre del toro se engrandeció, por lo que hoy lo recordamos tras su fallecimiento.
Fue tan firme en su posición antirreeleccionista, que su expulsión y división del PRD e Hipólito Mejía, siendo presidente de la República, se produjo precisamente cuando este optó por aspirar a una reelección consecutiva en las elecciones del año 2004, y sin que se vea como una “paradoja” de nuestra política vernácula, el mismo Hatuey y su PRSD fue aliado de Hipólito Mejía y el PRD para las elecciones 2012.
Atentamente,
Robinson R. Gálvez Lay