Error policial
Señor director:
Hace nueve días cinco o seis jóvenes fueron apresados en Santo Domingo Este cuando alegadamente robaban un gallo en una propiedad privada en esa demarcación. La patrulla que actuó en el caso golpeó a uno de los detenidos, que resultó con las ropas rotas, y le fue ocupada una pistola que portaba con la que supuestamente se dedicaba a robar junto a los demás.
Al joven le fueron confiscadas las balas que tenía su pistola y sus documentos personales. Fue amarrado con soga junto a los demás detenidos y llevado a la ya famosa cárcel de San Luis, donde el joven advirtió que no era ladrón, que no estaban robando ningún gallo, sino pescando, y que además, era miembro de la Policía Nacional.
“Cállese para que no le vaya a ir más mal”, fue la respuesta de un oficial al parecer con rango de capitán que se encargaba de manejar los casos que llegaban a la cárcel de San Luis ese día.
Horas después el joven fue dejado en libertad con la consiguiente excusa de que había sido confundido, y consolado con la simplista justificación de que que esas son cosas que pasan en la vida aunque uno no quiera.
Como policía joven y disciplinado el detenido se marchó hacia su casa, con hematomas en la cabeza, la boca el pecho y la espalda causados por gente que debía estar capacitada para evitar hechos como ese y no para causarlos.
Ese agente no tiene quien lo defienda y tendrá que aprender que en la Policía la arbitrariedad es el sazón que muchas veces condimenta las acciones de algunos de sus miembros.
Los tragos amargos deben ser apurados rápido para olvidar su sabor.
Atentamente,
Ramón Castro Ozuna
Boca Chica
Las escaleras del Metro
Señor director:
Con motivo del huracán Mathews mucha gente notó que más de 30 de las escaleras eléctrica de las dos líneas del Metro de Santo Domingo estaban fuera de servicio.
Algunas personas notaron la situación al verse obligadas subir o a bajar las empinadas escaleras del Metro para entrar o salir.
Muchas de esas escalares están fuera de servicio desde hace meses, pero nadie dice nada de lo que está pasando en la obra.
Atentamente,