Otra vez la Policía
Señor director:
Hasta pruebas en contrario estaremos opinando que sectores de poder son los verdaderos responsables y culpables de la mayoría de los males que atraviesa la República Dominicana, como: la violencia, la delincuencia, el crimen organizado y callejero, la corrupción y otros. Fuera de rigor semántico tipificamos como acto de corrupción lo ocurrido en el Dicán, de donde desapareció una cantidad de drogas tímidamente valorada en mas de 3,500 millones de pesos, de cuya desaparición se responsabiliza su propia custodia que es la Dirección Central Antinarcóticos de la Policía Nacional.
Según la institución policial, son varios oficiales superiores y subalternos que aniquilaron sus rangos y la autoridad que les otorgan sus funciones, y una vez más les suman una mancha tangible a la institución policial, y el consiguiente descrédito y desconfianza ciudadana contra ese cuerpo del orden público. Por ser reincidente en ese tipo de conducta delictiva, la población opina que esa Dirección Antinarcóticos debe desaparecer; además, algunos juristas opinan que la existencia de esa dirección es ilegal.
Igualmente la gente opina que de no haber sido por la intervención intrusa del embajador de Estados Unidos en el país, quien visito al jefe de la policía durante los días de aviento no se hubiera sabido parte de la verdad que hoy se conoce de ese desafortunado hecho. Aun así, reina mucha duda sobre la rectitud del sometimiento a la justicia y llegar hasta las últimas consecuencias, habida cuentas de grandes casos precedentes de drogas, corrupción y crímenes, apañados por los tribunales de la República a todos los niveles, cuan si fuesen cómplices de los hechos y de los imputados.
La impunidad ha sido determinante favorable en este tipo de acción delictiva pues han salvado a muchos oficiales superiores, por sus rangos considerados intocables igual que algunos jefes de la policía que arrastran grandes expedientes reñidos con la Constitución y con las leyes vernáculas.
La gente se queja de que el nuevo designado en la Dicán tiene igual que el saliente antecedente delictivo por apropiarse de 44 mil dólares de unos asiáticos en aquel caso de triádico de indocumentados que encabezó el Sr. Redames García, el chinito en el gobierno del PRD. Mucho se ha hablado de una llamada reforma policial pero no se ejecuta, lo cual evidencia que ni al gobierno central, ni al congreso ni al propio cuerpo policial le interesa sanear lo que todavía se llama Institución del orden Público
Atentamente,
Lic. Santiago Martínez