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CATALEJO

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Anulfo Mateo Pérez

El control social

La República Dominicana tiene un sistema educativo para mantener el statu quo y facilitar un casi absoluto control social, político e ideológico de jóvenes destinados a ser el relevo de las generaciones que le antecedieron en la defensa de los valores éticos, la decencia e identidad nacional. La Educación deficiente no es fortuita; es promovida por gobiernos que le niegan los recursos económicos para degradarla y promover la ignorancia, envilecer a nuestros niños, jóvenes y a otros no tan jóvenes.

Ya el profesor estadounidense Robert Proctor, de la Universidad de Stanford, había advertido la publicación de datos científicos erróneos o tendenciosos, para manipular a blancos de interés determinados. Se insiste en imponer ritmos musicales, bailes, modas, consumo de narcóticos, promiscuidad sexual, violencia y estilos de vida a nuestro pueblo humilde, importando lo peor de la subcultura estadounidense.

No es casual que escuchen y disfruten géneros musicales foráneos centrados en la banalidad, los cuales son profusamente difundidos a través de los medios de comunicación, desplazando los populares y el folklore nacional.

Se trata de programar el cerebro de nuestra juventud: alienarle, desarraigarle, mantenerle absorto; condicionarle para el vandalismo y el hedonismo, en un sistema político, económico y social decadente.

Los jóvenes, ágrafos y marginados, viven en un mundo de fantasía; al margen de nuestra realidad social, política y económica; su mundo es otro: Una copia al carbón de sus iguales en la sociedad estadounidense. Desde EE.UU. se intentó imponer a Cuba ese mismo programa, pero las organizaciones sociales, culturales y artísticas le salieron al paso, defendiendo sus valores y rechazando la porquería, lo vulgar y obsceno.

Por: Anulfo Mateo Pérez (anulfomateo@gmail.com)

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