SANTIAGO. El Arzobispado de aquí considera oportuno el encuentro que sostuvieron los presidentes dominicano y haitiano, Luis Abinader y Jovenel Moïse, al estimar que no se puede continuar viviendo como si se tratara de dos países distanciados por miles de kilómetros.
“Hay que entender y aceptar que compartimos una misma isla, cada pueblo con realidades distintas en muchos aspectos, pero como vecinos debemos aprender a convivir en armonía y respeto y así las relaciones serán mejores”, indica.
El principal ente católico de esta ciudad muestra su respaldo a esa iniciativa, en el editorial correspondiente al próximo domingo del semanario Camino, su órgano escrito, titulado “Era necesario”.
“En este caso había que dejar atrás prejuicios y situaciones históricas que sectores de aquí y de allá han alimentado por años y que en nada favorecen para trillar nuevos senderos en bien de ambas naciones”, agrega el editorial.
Dice que, dentro de ese contexto, ve como positiva y alentadora la reunión celebrada y los acuerdos que fueron firmados, entre los que destaca trabajar a fin de identificar e inscribir, en el registro civil haitiano, a todos los ciudadanos de ese país que estén en territorio dominicano.
De igual manera, cooperar para la construcción de hospitales en Haití, en colaboración con otras naciones interesadas en financiar su construcción.
Asimismo, desplegar «tecnologías de vanguardia» que permitan eliminar el flujo irregular de migrantes, el tráfico y la trata de personas, el flujo de armas, el narcotráfico y el robo de ganado, entre otras actividades ilícitas.
Camino también resalta la cooperación a un futuro campo de energía, producción agrícola, industrial, el combustible para cocinar y frenar la desertificación.