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Ciudadanos del Reich

Ciudadanos del Reich

Si las democracias no actúan contra los ultras, no solo con acciones sino con buenos ejemplos, esos grupos extremistas podrían convertirse en una seria amenaza para la paz y la seguridad hasta en los países más estables. En Alemania el fascismo no desapareció con la muerte del paranoico Adolfo Hitler.

Con frecuencia son detenidas personas que promueven la supremacía racial que trató de impregnar el cruento dictador.

Pero ahora se ha dado cuenta de la disolución de una célula terrorista compuesta por 25 personas que perseguía hasta la toma del Bundestag y un posterior golpe de Estado.

Los grupos terroristas no son solo los que representan los musulmanes, sino los supremacistas que también operan en Europa y Estados Unidos. Podrá pensarse que son cosas de locos, pero cuando se ven guerras como la de Rusia contra Ucrania y otras acciones ejecutadas desde el poder no se anda muy lejos de la realidad en el juicio.

El método para alcanzar sus objetivos del grupo detenido en Alemania era el terrorismo. Y todos sabemos el efecto que tiene la violencia para el sistema democrático. Tras el caso alemán las democracias tienen que abrir más los ojos.

El Nacional

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