Editorial Opinión

Como anillo al dedo

Como anillo al dedo

El presidente Luis Abinader anunció anoche la renegociación del contrato de concesión a Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom), que representa beneficios para el Estado entre 1,905 y 2,155 millones de dólares, con un pago inicial de US$775 millones que serán destinados a la construcción de diversas obras, la mayoría viales.

Además del pago inicial o cánon, por derecho a operación por el plazo extendido de la concesión, el resto del dinero estipulado en el contrato se reflejará en una inversión de US$830 millones en la mejora de los seis aeropuertos concesionados y otros aportes estimados entre 300 y 550 millones de dólares, que incluiría la construcción de una terminal adicional en el Aeropuerto de las Américas.

Los detalles sobre la renegociación de ese contrato de concesión fueron expuestos por el mandatario en una alocución desde su canal de WhatsApp en la que dijo también con los recursos que entregaría la empresa Aerodom, dispondrá de asfaltado en La Caleta, Boca Chica y Gran Santo Domingo, con una inversión de US$350 millones.

También, la construcción de una vía expresa desde la Plaza de la Bandera hasta la autopista 6 de Noviembre, con una inversión de US$148 millones, otra para conectar las avenidas Jacobo Majluta, Los Próceres, República de Colombia y Monumental, (US$108 millones), así como la construcción de un puente levadizo sobre el río Ozama y otro puente en Santo Domingo Norte (US$106 millones).

Esa buena nueva fue anunciada por el presidente Abinader un día después que la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas remitió al ministerio Público un contrato por RD$1,317 millones que el Instituto de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) adjudicó a una empresa para la mejora del sistema de semáforos del Gran Santo Domingo.

Llama la atención también que el mandatario comparó la nueva renegociación del contrato de concesión de seis aeropuertos, con otro realizado hace 24 años, del que dijo el Estado no obtuvo ningún beneficio, por lo que subrayó que “esa es la diferencia en las negociaciones realizadas por nuestro gobierno y el anterior”.

Corresponde ahora al Congreso aprobar ese contrato de renegociación, que incluye un pago o canon de US$775 millones en un plazo de seis meses, lo que permitiría al Gobierno iniciar un vasto programa de asfaltado de calles y avenidas, así como el inicio de otros proyectos viales, hospitales e instalaciones deportivas en plena campaña electoral.

Ese contrato, aparentemente ventajoso, le llega al Gobierno como anillo al dedo, para mitigar una en ciernes crisis reputacional que sería provocada por el escándalo del Intrant. Falta ahora leer las letras pequeñas de esa convención para poder confirmar que todo lo que brilla en verdad es oro.

El Nacional

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