Cestero, el pincel de la ciudad primada.-
José Cestero es un caso muy único en la Pintura Dominicana. Comprometido, enfocado, expresión criolla y originalísima de obra que ha elevado a la plástica en forma sublime y permanente, la mejor imagen de la ciudad colonial.
Cestero es, con la suma de sus años bien vividos en la nostalgia deambulante por estos caminos urbanos colmados de historia y sensaciones, un oficiante del amor por estas estructuras coloniales que resisten el paso del tiempo, que sirven a su comunidad y que siguen siendo el atractivo de los turistas que, atraídos por la designación de “Patrimonio de la Humanidad”, (Unesco).
Cestero es el pintor oficial, nombrado por el enfoque, calidad y persistencia de su obra artística, de esta zona. Sus tonos amarillos, ocres y melancólicos, son únicos. Su manejo de las formas, terminaciones indefinidas y sugerentes de figuras y estructuras, le dan un toque singular a su obra.
Su labor creativa se ha enfocado en perpetuar la Zona Colonial en sus monumentos, rincones, calles, y personajes, el maestro Cestero es uno de esos artistas que hizo del compromiso artístico y social, su norte.
Inició su carrera pintando y dibujando cómo pudo, cuando tenía 14 años y hasta el presente no ha parado nunca. Nació en Santo Domingo, en 1937 y estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde se graduó en 1954.
Acaba de concluir una exposición retrospectiva de su obra, montada por el Centro Cultural Banreservas, titulada “Cestero, Memoria Visual de la Ciudad Primada”, y que se constituyó en la más completa muestra integral del arte de este hombre, cuya imagen es parte del universo de la “zona”.
Cestero es cultor de la imagen del pasado. Procesador del conjunto colonial y al que se debe reconocer y apreciar en vida, tal cual lo ha hecho el año pasado, el Ministerio de Cultura, al premiarlo en el tono más alto de la plástica.
Por iniciativa del poeta Juan Freddy Armando, a cuya apertura asistió una enorme cantidad de pintores y estudiantes de artes plásticas, pero el maestro no estuvo por razones de salud.
Armando, en la presentación de la exposición en el C. C.
Banreservas, lo establece con trazos literarios, listos para ubicar esta obra en la eternidad: El maestro Cestero es el más emblemático y valioso superviviente entre los personajes que conforman esta informal corte de creadores nostálgicos. Como si estuviera muerto, Cestero pasea vivo (con su pintoresco sombrero de Quijote, como yelmo de Mambrino), entre espíritus que habitaron, con quienes comparte un café y conversa”.