El montaje exitoso de Fitur 2021 tiene el valor de haber concreado una experiencia que ahora sirve de precedente positivo a todas las instituciones y personalidades responsables de ferias internacionales de cualquier tipo.
A estas horas posteriores al cierre de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), cada uno de los 55 países participantes en el evento, con seguridad ha hecho conciencia de la tremenda oportunidad que representó el evento para el relanzamiento de su turismo.
En el caso dominicano, queda claro el liderazgo turístico del Caribe y la certidumbre de que volverán los tiempos previos a la pandemia, en los que millares de visitantes, arribaban por nuestros aeropuertos internacionales, para disfrutar de una vacaciones seguras, económicamente accesibles y con la seguridad de ser aguardados por experiencias positivas e inolvidables de todo tipo, desde lo paisajístico, el buen trato afable y lo gastronómico.
Pero en lo que poca gente ha reparado, es en el esfuerzo que supuso para los organizadores, el crear una estructura que les permitiera su montaje.
Las ferias internacionales, el más formidable mecanismo de mercadeo directo de la industria mundial del turismo, habían entrado en una etapa de recesión producto de la pandemia del coronavirus, que han enfrentado una coyuntura que acaba de cambiar todo el panorama de estos eventos: Fitur 2021.
Y dicho (o escrito) esto, en primer lugar hay que felicitar a los gestores del acontecimiento ferial, producto del valor y la capacidad de la cúpula del Palacio Municipal de Ifema Madrid (siglas de International Ferias Madrid), que concibieron la forma de realizar esta entrega que acaba de poner en el borde del desafío a las demás ferias internacionales que fueron cancelandos sus montajes, entendible que lo hicieran ante los peligros de contagio.
Muchos países, empresarios de turismo, agencias y corporaciones suplidoras, tenían el deseo de regresar al ambiente ferial turístico internacional, pero había dudas, temores de no contar con un ambiente aséptico, incapacidades para generar un protocolo que lo permitiera.
Ifema Madrid, que debieron montar Fitur en la última semana de enero como es costumbre, se decidieron a desarrollar un proceso de construcción de un ambiente seguro.