Si es para consumo en el exterior, sobre todo para los sectores relacionados con la industria turística, son válidas las estadísticas del Gobierno sobre la reducción de la criminalidad en lo que va de año.
De acuerdo con el ministro de la Presidencia, Joel Santos, los actos criminales han bajado un 20 % en lo que va de año, en comparación con igual período de 2022.
Pero si los números van también dirigidos al mercado interno no se trata más que de una pérdida de tiempo porque a las cifras, salvo el Gobierno y su entorno, nadie parece darles mayor crédito.
Al margen de que en verdad pueda darse esa reducción de la criminalidad que el Gobierno exhibe como una especie de logro de sus programas sobre la seguridad ciudadana.
Puedes leer: Delincuencia bajó 20 % en lo que va de año, según el Gobierno
Pero la reducción puede ser circunstancial, como resultado, entre otros factores, de un repliegue. El Gobierno parece que no acaba de entender las razones de la ola de violencia que de cuando en cuando irrumpe con fuerza en el territorio, aterrorizando a la población.
Además de como mensaje al mercado exterior las estadísticas pueden servir de estudio sobre las características de la violencia, pero jamás para engatusar a la población.