La violación de los camioneros a la resolución que prohíbe circular por el tramo de la George Washington, entre la Lincoln y la Meriño, sintetiza la crisis de autoridad en el sector transporte.

Esa violación no es más que otro eslabón de las infracciones en que incurren motoristas y los conductores que, sin consecuencia alguna, se estacionan en las aceras y en áreas prohibidas.

El Intrant, la Digesett o las autoridades llamadas a imponer el respeto a las normas ni siquiera se inmutan. En el caso de la Digesett está demostrado que su preocupación son las intersecciones, donde con frecuencia sus agentes sustituyen hasta a semáforos inteligentes, que han costado una millonada, para regular el flujo de vehículos.

La resolución 02-2017 del Concejo de Regidores del Distrito Nacional que restringe la circulación de camiones por el malecón se ha convertido en letra muerta. Para colmo de males las unidades transitan por lo regular a velocidad excesiva, generando pánico entre los conductores de vehículos livianos.

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Si no se trata de una crisis de autoridad entonces deben explicarse las razones por las que no se acaba de poner el cascabel al gato respecto a la circulación de camiones.