Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

¡Honores y gloria! (III)
El documento publicado el 27 de febrero de 1965, firmado por cerca de 3,500 profesionales universitarios, era una crítica acusación responsable y directa a las decisiones del gobierno ilegal que dirigía los destinos de la república. En aquel entonces esa acusación conmovió profundamente a los sectores de la clase media y también del pueblo en sentido general porque puso en claro que quienes detentaban el poder de la nación, tenían un comportamiento delictivo e irresponsable y muy particularmente entreguista frente a los funcionarios diplomáticos y políticos de Estados Unidos de América; y sirvió también para sumar al Movimiento Militar Constitucionalista docenas de militares de las tres Instituciones de las Fuerzas Armadas: Ejército, Marina y Fuerza Aérea. Durante el mes de marzo los jefes civiles y militares de la conspiración discutieron la fecha en que se debía iniciar la acción para deponer el gobierno de facto.

Para mediados de ese mes, el Movimiento fue descubierto por los funcionarios políticos de la embajada estadounidense, quienes lo comunicaron a Donald Reid Cabral, que desempeñaba las funciones de jefe del Poder Ejecutivo quien hizo comparecer a su presencia al coronel Hernando Ramírez, quien con una inteligencia y habilidad extraordinarias, logró convencerlo de que no eran ciertas las informaciones que le habían suministrado. Pero los espías estadounidenses no aceptaron la explicación que obtuvieron como respuesta. Parece que fue entonces, en el inicio del mes de abril, que los jefes civiles y militares del Movimiento Militar Constitucionalista, acordaron iniciar la acción de deponer al gobierno ilegítimo, el lunes, 26 de abril de 1965.

El sábado 24 y bajo la presión de los agentes políticos de la embajada estadounidense, Donald Reid ordenó al general Rivera Cuesta, jefe del Estado Mayor del Ejército Nacional, que apresara al coronel Álvarez Holguín y a los mayores Lora Fernández y Ramírez Sánchez.

Al ser apresados estos tres oficiales superiores del Ejército, el coronel Hernando Ramírez ordenó al capitán Mario Peña Taveras que acompañado de un grupo de sargentos del Estado Mayor apresara a Rivera Cuesta y a los oficiales que le acompañaban; este cumplió la orden y apresó a Rivera Cuesta y cuando regresó a donde Hernando Ramírez acompañado de los oficiales constitucionalistas que estaban apresados, Hernando Ramírez dio orden a Peña Taveras de que llamara al programa Tribuna Democrática del PRD que se transmitía por Radio Comercial a partir de las 1:30 p.m., programa que era dirigido por Emmanuel Espinal “Manny” y Mota Contín, coincidiendo al hacer la llamada ese día estaba en la emisora el doctor José Francisco Peña Gómez, porque iba a dirigir una alocución que estaba acostumbrado a hacer siendo secretario de prensa y propaganda del PRD.

Peña Gómez no era el secretario general del Partido, quien desempeñaba esas funciones era Antonio Martínez Francisco, rico empresario de la venta de vehículos de motor, entre ellos los camiones “Mack” y los jeep estadounidense marca “Willys”; ese cargo lo desempeñaba éste señor por una hábil estrategia de Juan Bosch, al estar íntimamente ligado a la embajada estadounidense.

Cuando se recibió la llamada del capitán Peña Taveras, Manny entregó el teléfono a Peña Gómez y le dijo lo que le había informado el capitán del Ejército. Peña Gómez recibió la información de que “La jefatura del Estado Mayor del Ejército había caído prisionera ante los militares constitucionalistas”. José Francisco le pidió a Peña Taveras que cerrara el teléfono, que le devolvería la llamada para verificar la autenticidad de la misma. (Continuaremos)…

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación