Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

He comprobado que muchos seres humanos ante un diagnóstico médico comprometedor, como es el caso del cáncer, a veces, se inclinan por determinada religión, llegando a convertirse en verdaderos fanáticos queriendo negar en pocos días, un pasado desordenado en sus vidas.

El pueblo llano afirma con frecuencia que «hay que creer en algo».

“Doctor, después de Dios, usted». Con esta afirmación el enfermo nos transmite la creencia de que las prácticas en salud y sus resultados diagnósticos y terapéuticos son, al final, el resultado de la acción de un ser superior y que ocurra  lo que ocurra, el designio es divino.

“Desde que vi a ese médico supe que me curaría», es una frase que encierra un acto de fe muy primitivo que media y favorece generalmente un resultado positivo en la compleja relación entre el médico y su paciente.

Involucrarse con un ser humano procurando su mejoría no es una acción matemática, quiero decir exacta.

En el estado actual del desarrollo de las ciencias, las diferentes especialidades médicas tienen un conjunto de afecciones cuyos orígenes y posible curación están investigándose, más aúin, con frecuencia nos quedamos sorprendidos ante la mejoría, o, ante el agravamiento de un determinado caso.

Desde una perspectiva netamente atea se invoca que el desarrollo científico-técnico para descubrir la cura de determinadas entidades es incompleto, pero, que por ejemplo, a fines de este siglo tendremos la cura de mayor cantidad de cánceres y la vacuna del sida está muy próxima.

El buen ejercicio el terapeuta debe respetar el sistema de creencias de su atendido.

Hace unos años en Pedro Band, uno de sus brujos atendía a una desvalida mujer, ante lo cual su psiquiatra pactó o negoció con él enviándole la siguiente nota: “Chuchu, sigamos atendiendo a Daisy, pero por favor no me le des nada a tomar por boca».

En la tradición judeocristiana, el hecho de confesar, con un sacerdote, supuestos pecados, es un acto catártico de gran liberación, tan poderoso, que en ocasiones se han evitado hasta actos suicidas.

En cada rincón del libro más leído, la Biblia, encontrarás importantes consejos para la salud y su conservación.

Abrir las emociones y los sentimientos a las mejores enseñanzas de las que ha acumulado la humanidad es un acto de salud.

Creer y temer; hacer el bien y vivir en paz consigo mismo; vincular creencias positivas al cuido de nuestra salud es positivo.

No es casual entonces, que toda la historia de la medicina, esté unida a los dogmas y actos de fe de los grandes sistemas de creencias de la humanidad.

Ponga su cabeza en orden, que eso beneficia a la salud.

El Nacional

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