Por estos días, circulan en las redes, unos videos de origen europeo, en los que, mediante señas, en cualquier lugar concurrido o desde una ventana a la calle, las mujeres y niñas víctimas, alertan que viven una situación de violencia de género contra ellas, lo que nos hace pensar en la necesidad de crear estas alertas en nuestro país.
Por eso, compartimos este Decálogo para Víctimas de Violencia de Género del Instituto Canario de Igualdad, en España, también tomado de las redes, con informaciones básicas de defensa, esperando que pueda llegar a aquellas mujeres que estén viviendo en un ciclo cerrado de violencia:
- Llevar ropa con bolsillos y el teléfono celular encima
- Aprender de memoria los números de emergencia, 911, Línea de Auxilio *212, número de familiar o amiga/o más cercano, etc.
- Si hay menores en la casa, enseñarles mediante juegos los lugares seguros y como llamar a números de emergencia.
- En la casa, revisar los objetos que pueden ser una amenaza y retirarlos discretamente. Así como situarse lo más cerca posible de las vías de salida de la casa cuando se teme una agresión.
- Localizar la habitación más segura, que la puerta tenga pestillos fuertes o la manera de dificultar la entrada.
- Tener, si es posible hacerlo con seguridad, algún dinero de emergencia en un lugar seguro.
- Localizar la documentación más importante que puede ser imprescindible y si las circunstancias lo permiten, tener en un lugar seguro, dentro o fuera de la casa, copia de esa documentación y alguna ropa.
- Crear una rutina de comunicación con el exterior, con familia o amistades, de manera que, si deja de producirse, las ponga en alerta.
- En caso de agresión, tapar cara, cuello y cabeza, es decir “hacerse bola” enroscándose.
- Ante la menor duda sobre si la integridad física está en peligro, salir de la casa y confiar en el instinto
Y la nota al final: Muy importante: Durante el encierro, no amenazar al agresor con dejarlo, si así lo decides o te ves forzada, hacerlo sin avisar. - Y agregamos a esto, la importancia que tiene el entorno inmediato de las víctimas, como familia, amistades, vecindario cercano y la comunidad en la protección de ellas y en la prevención de los feminicidios. También la sociedad necesita incorporar nuevas actitudes frente a este fenómeno de la violencia de género que nos arrebata unas doscientas mujeres al año.
Entonces, todo el mundo colabora para que las agresiones y muertes a mujeres y niñas, puedan contenerse.
Por: Susi Pola
susipola@gmail.com