De acuerdo a los datos aportados por el boletín epidemiológico número 26 de la Dirección de Epidemiología, del Ministerio de Salud Pública, los casos de dengue notificados hasta el 29 de junio pasado superan en un 124 por ciento los de igual período del año pasado, los de malaria o paludismo, en un 28 por ciento y los de leptospirosis en un 53 por ciento.
De dengue el país registra en dicho periodo 9 muertes y 8,312 casos sospechosos, de los cuales 146 se notificaron esa última semana. De malaria al sistema se han notificado 26,875 casos sospechosos, de los cuales 572 resultaron positivos, mientras de leptospirosis se registran 26 muertes sospechosas y 305 casos. De todos estos casos, las mujeres han sido las más afectadas, con el 73% de los casos reportados. Monte Cristi tuvo mayor incidencia, con 73 casos por cada 100,000 habitantes.
La leptospirosis, producida por la Leptospira interrogans es una zoonosis, con una amplia distribución mundial. Es conocida también como enfermedad de Weil o enfermedad de los cañaverales. Como ha ocurrido con muchas otras enfermedades infecciosas, la descripción del cuadro clínico antecedió por varios años a la identificación del agente causal.
En 1886, Weil notificó una enfermedad infecciosa aguda caracterizada por esplenomegalia, ictericia y nefritis. Así, la leptospirosis en humanos puede definirse como una enfermedad febril, aguda, causada por bacterias del gé nero Leptospira, las que pueden infectar animales domésticos y silvestres, que frecuentemente se transforman en portadores asintomáticos por toda la vida o presentan manifestaciones clínicas leves. El hombre se puede infectar al entrar en contacto con agua contaminada con excreciones de esos animales; siendo así un hospedero accidental.
Las leptospiras son microorganismos helicoidales, miden de 6 a 20um de longitud, con un diámetro de 0.1 um. Se distinguen por su activa movilidad y se les identifica por su característico gancho en uno o ambos extremos. Las leptospiras son aerobios obligados. La epidemiología de la infección humana, dependerá de la naturaleza del contacto directo o indirecto del hombre con el animal infectado, el que puede ser de carácter indirecto o directo. Indirectamente el hombre se infecta al tener contacto con agua o tierra contaminada con la orina de animales infectados.
El agua juega un papel primordial en la transmisión de la leptospirosis, ya que se involucra en la mayor parte de las infecciones.
La forma severa de leptospirosis originalmente se describió en infecciones asociadas a la variedad icterohemorragica, pero actualmente se sabe que puede estar asociada a cualquier serotipo.
Por: Rafael Emilio Bello Díaz
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