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POR:  Antonio Almonte

aalmonte@hotmail.com

TSE y el Estado de derecho

Es cierto que el actual conflicto en el PRD lo desataron y agravaron los perredeistas, sus principales líderes, como consecuencia de la subestimación del impacto de las nuevas altas cortes en la reconfiguración del poder político en manos de Leonel Fernández y el PLD y, además, por el desborde en sus filas de las ambiciones y el sectarismo. Eso es innegable. Pero, no es menos cierto que el conflicto ha sido manipulado por terceros hasta llevar al PRD a un tranque sin salida y a la casi completa destrucción de su potencial electoral.

Y lo grave es que esos terceros no solo son el PLD y su coro mediático, en cuyo caso no sorprendería dada su condición de adversarios políticos del PRD y que trabajan – con razón y derecho – para su propio beneficio y la derrota de sus contrarios. Lo preocupante es que el poder del Estado encargado de regular nuestro sistema electoral y el de partidos políticos, el Tribunal Superior Electoral (TSE), definido como independiente, ayude a la estrategia de un partido para intervenir, narigonear y dividir a otras organizaciones políticas hasta convertirlas en sus satélites intrascendentes.

Ahora tenemos, que el PLD podrá ejecutar una vigorosa estrategia de clientelismo electoral, basado en el manejo impune del presupuesto del Estado, los empleos públicos y, también, disponer de los oficios de la JCE y el TSE para competir «democráticamente» en las elecciones del 2016 ¿Eso es un Estado de derecho?

Por ejemplo, la cacareada convención del PRD de este mes de febrero se fundamentará en un padrón secreto y que ha excluido a la mayoría de los miembros del partido sin que estos puedan recurrir a ningún amparo interno; y el TSE, en lugar de garantizar los derechos de todos, ha rechazado sistemáticamente los reclamos, solicitudes o propuestas provenientes de los dirigentes que se oponen a la reelección de Miguel Vargas ¿Eso es un Estado de derecho?  ¿Por qué el TSE no permite, no contribuye, a que sean los votos -! la democracia!-, la que decida la suerte del PRD?