Ayer se cumplieron 115 años que se declaró el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora” por el “II Congreso Internacional de Mujeres Socialistas”.
Entre 1972 y 1975 se estableció que se designará como “Día internacional por los derechos de la mujer y la paz internacional”.
Nos ha quedado como un día en que se reivindican los derechos de la mujer con respecto al hombre, enfocado solo como un asunto de género, en esta oportunidad tiene la dedicatoria: “Para las mujeres y niñas en TODA su diversidad: Derechos, igualdad y empoderamiento”.
Yo, que siempre he admirado la existencia de la mujer, por el misterio mismo de ser mujer quiero celebrar su día. Recordando todas las que han llegado o se han cruzado en nuestra vida expresando la visión que me ha provocado una canción que cita una historia de amor entre Amanda y Manuel se trata de “Te recuerdo Amanda” de Víctor Jara.
Hermoso poema, a pesar de su desenlace trágico, expresado en la estrofa: “Que partió a la Sierra / que nunca hizo daño / que partió a la Sierra / y en 5 minutos quedó destrozado / suena la sirena / de vuelta al trabajo / muchos nos volvieron / tampoco Manuel…”.Es una bella historia de amor porque a mi entender. Como la describe Víctor Jara es una relación leal entre un hombre y una mujer jóvenes, buenos, que se querían con el alma.
Hay infinidad de historias de amor sanas y hermosas que han sido contadas y que podrían ser similares a la que nos sirve para exaltar la condición de mujer, veamos sus primeras estrofas:
“Te recuerdo Amanda /La calle mojada / Corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel / La sonrisa ancha / La lluvia en el pelo / No importaba nada / Ibas a encontrarte con él / Con él, con él, con él, con él, con él / Son cinco minutos / La vida es eterna en cinco minutos / Suena la sirena / De vuelta al trabajo / Y tu caminando / Lo iluminas todo / Los cinco minutos / Te hacen florecer…”
Así, a vuelo de pájaro, solo confiando en mi ampliamente usada vieja y ya gastada memoria recuerdo historias de amor que encajan en la imagen que recrea de la canción de Víctor Jara: Shaskepeare nos la regalará con su Romeo y Julieta, también hay una película que vi con un amor de esa característica que es la de “Camila” que a finales del siglo XVIII, en Argentina, nos cuenta como ella, pretendida por todos los jóvenes pudientes, va a enamorarse de Ladislao, el cura que llega al pueblo; se fugan y los fusilan en el pueblo que lo encuentran, ella embarazada.
También la de “El amor en los tiempos del cólera” de García Márquez, dónde Fermina Daza es la novia de los años mozos de Florentino Ariza, pero los padres de Fermina entendían que Florentino Ariza no era de la condición social de la familia.
Florentino Ariza la espera por casi 50 años y cuando ella enviuda se juntan, es un amor bonito similar al de Amanda y Manuel o el que vivieron Yoko Ono y John Lennon.
Me poseyó la historia de “Te recuerdo Amanda” imaginándome a Manuel un hombre joven, fuerte, de mirada inteligente y Amanda como de 24 años, bonita, sencilla, el pelo suelto un vestido sencillo de falda ancha con florecitas mojándose “… corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel” incluso la palabra trabajaba es un verbo que se usa en pretérito imperfecto pero que al inicio se entiende que estaba trabajando ahí y la última estrofa establece que falleció.
¿Qué es lo que nos han establecido con el “Día Internacional de la mujer”? Es valorar a la mujer en su medio social pero también no nos quita la idea de que también tiene que ver con la relación de pareja, que esta, como las historias citadas, debe ser buena, sana inteligente, andando el camino de la comprensión, del respeto.
Víctor Jara una persona hermosísima que por la intolerancia y el malsano terror que sembró la dictadura de Pinochet fue asesinado luego de ser torturado en el estadio de Chile por ser defensor de Salvador Allende; le machacaron las manos con fusiles rompiéndole los huesos y luego se mofaban de él diciéndole “Canta ahora, coge tu guitarra”. Días después fue asesinado de 20 disparos.
El “Día Internacional de la Mujer” que empezó como “Día Internacional de la mujer trabajadora” debe rendir culto a todas las mujeres, las que merecen todo nuestro respeto, y si son nuestras parejas o nuestras hijas, con más razón. Ese es el real empoderamiento.
El autor es médico.